Éxito de ventas en los Estados Unidos donde llegó a convertirse en un Best Seller (libro más vendido), The Shack, escrito por William Paul Young, viaja a la pantalla a través de la cinta que reseñamos.
Esta película, dirigida por Stuart Hazelding y protagonizada por Ben Worthington y Octavia Spencer lleva también en roles principales a Avraham Aviv Alush, Sumire y Radha Mitchell.
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Su trama gira en torno a la figura de Mackenzie, Mack para su familia y sus amigos. Mack ha sufrido grandemente en una niñez desgraciada que culminó con un hecho horrendo y, al crecer y convertirse en adulto, ha conocido la felicidad gracias a su matrimonio con Nan (Rahda Mitchell), mujer cristiana que acostumbra referirse a Dios como “Papa”, y al afecto de sus tres hijos. Una desgracia inesperada lo priva de su hija menor, Missy, que muere tras ser secuestrada a manos de un depredador.
Su vida se ensombrece y vive amargado y rebelde, reclamándole a Dios que haya permitido tal crimen.
Todo vuelve a cambiar para Mack al regresar a la choza en que ocurriera tan trágico suceso y verla de pronto convertida en una hermosa cabaña en la que se encuentra con la Trinidad, Dios Padre que adopta figura de mujer (Octavia Spencer); Dios hijo que se le presenta como Jesús y el Espíritu Santo que también adopta figura femenina (Sumire).
Las conversaciones de Mack con la Trinidad forman el núcleo central de la película y obran una transformación en el personaje, moviéndolo al perdón del asesino de su hija y a regresar a su hogar. Todo ello sucede en una visión, tras haber experimentado un grave accidente automovilístico.
The Shack pertenece a ese grupo reciente de películas de inspiración cristiana en las que se exploran la fe y la presencia en nuestro tiempo.
La película posee momentos en que se le hace claro a los espectadores la bondad de Dios y sus designios para los seres humanos, aun cuando estos no los comprendan, como le sucede al protagonista.
Por otra parte hay afirmaciones controversiales, puestas en boca de la Trinidad así como puede resultar inadecuadas para algunos la personificación femenina de Dios Padre y del Espíritu Santo, aun cuando quede claro que Dios puede asumir la forma que quiera en su trato con las criaturas.
Formalmente la cinta está bien realizada y evita al máximo lo sensiblero, salvo en su conclusión que responde a ese final feliz de que tanto gusta el cine norteamericano.
Las actuaciones son desiguales pues oscilan entre la excelente dada por Octavia Spencer interpretando a Dios Padre y la menos lograda de Sam Worthington en el papel de Mack. Se caracteriza por su poca expresividad que mueve al director de la cinta a mostrarlo de espalda en los momentos más dramáticos.
The Shack ha sido clasificada ‘A-3’, para mayores, por la clasificación católica y ‘PG-13’, se advierte insistentemente a padres y guardianes que algún contenido de este filme podría resultar impropio para menores de 13 años, por la clasificación voluntaria de la industria.