“San Juan más allá de las murallas” es un documental escrito por Jorge González Díaz y Kisha Tikina Burgos y dirigido por Mariem Pérez Riera para conmemorar los 500 años del traslado de la ciudad, la segunda establecida por los españoles en América, de Caparra- el sitio escogido por el conquistador Juan Ponce de León- a la isleta estratégicamente ubicada a la entrada de la hermosa bahía situada en la costa norte de la Isla.

El documental utiliza todo tipo de recursos propios del medio mostrando abundancia de láminas y fotos tanto como retratos y medios impresos aparecidos en los siglos XIX y XX como periódicos y revistas. A estos recursos se suman los testimonios dados en una mesa redonda por distinguidas personalidades del quehacer cultural puertorriqueño que responden a las inquietudes formuladas por un narrador. Son estas figuras los historiadores Francisco Moscoso, Libia González, Jorge Rodríguez Beruff y Pedro Reina, a los que acompañan la arqueóloga Aida Belén Rivera, el antropólogo Lester Ivan Nurse Allende y el sociólogo Ángel Quintero. Se presta especial atención tanto al rol desempeñado por las mujeres en este proceso como, sobre todo, al aporte afro-puertorriqueño representados tanto colectivamente como singularizado por contribuciones de individuos que se destacaron en esa historia. Se destacan en el documental momentos del peligro colectivo que significaron los ataques a la Isla de corsarios y piratas como los de las huestes enemigas de naciones como Holanda e Inglaterra. Esta última intentó apoderarse de Puerto Rico en 1797 cuando las naves -bajo el comando de Ralph Abercrombie- avistaron la Isla. Para enfrentarlas llegaron a San Juan las milicias puertorriqueñas procedentes de todo el país y en la que se destacaba la población negra.

El documental utiliza también y con sumo acierto escenas representadas por actores que no hablan sino que reflejan en sus rostros y acciones el aguerrido propósito de defensa de lo propio que los movía. Se nota sobre todo en la marcha de esos pobladores del interior montañoso hacia San Juan para unirse a la defensa de la ciudad capital.

La secuencia que visualiza este ataque merece destacarse por la forma en que la directora del filme presenta a las fuerzas invasoras y a las milicias criollas. Las poderosas naves se muestran de modo amenazante enfilando hacia la costa puertorriqueña. No se ven personas, tan solo las naves atacantes. Los criollos, en cambio, aparecen apiñados y solidarios, vistos en sombras en el interior de la Isla, boscosa y tropical. Son pocos y están unidos en una causa común: la defensa de su tierra a punto de ser invadida. Este pasaje recuerda el magistral logro del ruso Sergei Eisenstein en “El acorazado Potenkin” al mostrar a la indefensa población de Odesa, amontonada en las escaleras que conducen de la parte alta de la ciudad hasta el puerto mientras la armada rusa se dispone a atacarlos.

Estamos, pues, ante un ágil y ambicioso documental en que se han unido los aciertos fílmicos con los musicales, evidentes en la selección de la música que acompaña a las imágenes.

La tersa edición y los logros de la escenificación, plena de significado, convierten a este documental en uno muy merecedor de ser visto.

Luis Trelles Plazaola

Para El Visitante

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