Quinta entrega de la serie en progreso Pirates of the Caribbean, serie que a su vez tomó su inspiración del espectáculo que con ese nombre figura entre las grandes atracciones del parque de diversiones de Walt Disney, localizado en Orlando, esta película cuenta con un dúo de directores: Joachim Ranning y Espen Sandberg. Su reparto está presidido, una vez más, por Johnny Depp que se hace cargo del papel del capitán Jack Sparrow y junto a Depp aparece también Geoffrey Rush –figura reincidente- y como nuevo villano, el actor español Javier Bardem.

La trama es lo de menos en películas como esta y resulta difícil sintetizarla porque combina lo mítico y legendario con personajes y lugares que existieron o existen como los piratas que transitaron los mares en siglos pasados o la vecina isla de San Martín, donde se inicia la acción.

Dicha trama tiene que ver con la venganza que desde ultratumba busca el capitán Salazar (Javier Bardem) contra Jack Sparrow (Johnny Depp). Este navegante se dedicó en vida a una cruzada: la del exterminio total de los piratas que infestaban las aguas tanto del Caribe como del océano Atlántico. Fracasó en su empeño de ultimar a Sparrow y recibió la muerte a manos de este.

Harry Turner, un nuevo personaje en la serie, aparece en la secuencia inicial de la cinta, que antecede a su título. Se presenta como un niño deseoso de liberar a su padre, pasajero sempiterno del buque fantasma “el holandés errante” y para lograr tal objetivo contará con la ayuda de Sparrow y de la astrónoma Carina Smyth. Ambos personajes están interpretados por Brenyon Twaines y Kaya Scodelario.

Esa amalgama de personajes se enfrenta a lo largo de poco más de dos horas de duración de la película a formidables peligros hasta alcanzar ese final feliz, siempre presente en las producciones procedentes de Hollywood.

La cinta, por tanto, descansa para generar su atractivo con el público en la presencia de conocidas estrellas como lo son Johnny Depp en primer lugar y la combinación formada por Geoffrey Rush y Javier Bardem, en segundo término. Aparecen también en el filme, Orlando Bloom y Keira Nightley aunque solo a la conclusión y de manera muy breve.

La joven pareja formada por Kaya Scodelario y Brenton Twaines aporta a la cinta su aliento romántico, uno de carácter secundario y subyacente porque lo que domina en el filme son sus secuencias repletas de acción y movimiento en que el despliegue de efectos especiales es impresionante. Cabe destacar aquella que muestra el surgimiento instantáneo desde las profundidades marítimas de una nave pirata sumergida mientras los personajes contemplan el espectáculo, sorprendidos. Otra secuencia, toda brío y dinamismo, ocurre a los inicios del filme y muestra asombrosamente cómo toda una casa, en cuyo interior se encuentra una formidable bóveda, es literalmente arrastrada hasta el mar con Jack Sparrow formando parte de tal operación.

Puede afirmarse que en esta película no faltan otras secuencias tan efectivas como las ya citadas en las que el ritmo, los efectos especiales y la edición reemplazan a los intérpretes y se convierten, por tanto en el centro de atracción de los espectadores.

Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales es un filme de desbalance evidente entre una trama por demás increíble y una realización tanto efectiva como efectista, en la que se imponen y sobreabundan los efectos especiales.

La película ha sido clasificada ‘PG-13’, se advierte a padres y guardianes que algún material del contenido en este filme podría resultar impropio para menores de 13 años, por la clasificación voluntaria de la industria. La clasificación católica es ‘A-3’, para mayores.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here