Unos libros de la autoría de Jeff Kinney centrados en un personaje juvenil, Gregg The Wimpy Kid se han convertido en éxitos de venta en los Estados Unidos, leídos sobre todo por niños y jóvenes.
El cine, siempre atento a todo lo que ha triunfado en otro medio, adquirió los derechos de adaptación a la pantalla de dichos libros.
Es así como surge la primera película sobre Gregg, seguida de otras dos. Hoy reaparece una nueva secuela titulada Diary of a Wimpy Kid: The Long Haul, centrada como las anteriores cintas en el personaje de Gregg.
En esta ocasión Gregg acompañado de sus padres y hermanos emprende un largo viaje por carretera para asistir a la celebración del nonagésimo cumpleaños de su abuela. Tanto Gregg como su hermano mayor se oponen al viaje aunque Gregg tiene un plan secreto: el de aprovechar el recorrido para asistir a una convención de videojuegos que se celebra en el mismo estado donde vive su abuela.
Estamos, pues, ante un territorio no solo conocido sino transitado por comedias anteriores. Basta recordar un título significativo: National Lampoon’s Vacation, de los años ochenta del pasado siglo, cinta en la que bajo la dirección de Harold Ramis, Chevy Chase y Beverly D’Angelo protagonizaron los roles principales.
Hoy es Gregg Heffley el máximo protagonista pero sus padres y hermanos también figuran prominentemente en la película.
La trama se reduce a imaginar incidente tras incidente desastroso para la familia Heffley durante tan largo viaje.
Incluye situaciones en que, con mucha frecuencia, se recurre a lo escatológico para mover a la risa a los espectadores con lo que queremos significar que los fluídos corporales desechables figuran prominentemente en tal comicidad, lo que redunda en una vulgaridad muy evidente.
Otras situaciones parecen calcadas de cintas famosas como Psycho, el clásico de horror de Alfred Hitchcock en el que una aterrorizada Janet Leigh es asesinada mientras toma un baño. En Diary of a Wimpy Kid: The Long Haul el que resulta atrapado en una situación semejante pero para propósitos cómicos es Gregg.
Otras situaciones presentan el auto familiar abarrotado de personas, que se envuelven en una trifulca lanzándose al suelo. Esta escena recuerda otra comedia representativa de los años treinta, A Night at the Opera, protagonizada por los hermanos Marx, en la que ocurre una situación que se ha vuelto antológica: la de una decena de personajes encerrada en un camarote tan diminuto que parece increíble que dicha escena haya podido filmarse.
El resto de la película acumula más incidentes desafortunados pero, a pesar de tantas dificultades, logran llegar a la fiesta de cumpleaños. En el proceso reafirman los lazos familiares pese al conflicto generacional representado por una madre estricta que desea que su esposo y sus hijos pasen menos tiempo utilizando los nuevos recursos tecnológicos a su disposición como teléfonos móviles, computadoras y otros parecidos.
The Wimpy Kid: The Long Haul se contenta con ser una comedia interpretada por Charles Wright en el papel de Gregg y dirigida por David Bowers, de carácter derivativo-imitativo, que hace reír solo a ratos.
Esta película ha sido clasificada por la clasificación católica para jóvenes y mayores (A-2) y ha recibido de la clasificación voluntaria de la industria, la de PG, se sugiere la orientación de padres y guardianes.