Nueva aproximación del cine al tema del niño criado en el bosque por un dragón (la primera versión data del año 1977 y pertenece al género musical), Pete’s Dragon cuenta con la participación en un rol secundario de Robert Redford, galán del cine norteamericano en los años sesenta y setenta, que hoy a los 79 años, muy maltratado por el paso del tiempo, aparece raras veces en la pantalla.
Junto a él, un reparto en el que figuran Bryce Dallas Howard en el papel de Grace; Oakley Fogley en el rol central de la película, el de Pete, y otra intérprete infantil, Dona Lawrence, en el rol de Natalie, completa el núcleo central de personajes de la cinta. A ellos habría que agregar el nombre de Carl Urban que hace de su personaje, Gavin, el único abiertamente desagradable del filme.
La trama gira en torno a Pete, un niño de unos 10 años que ha vivido en un espeso bosque del noroeste de los Estados Unidos, sobreviviendo en ese ambiente hostil gracias a la protección de un dragón que vela por el chico de continuo.
Grace, una guardabosques, hija del personaje asumido por Robert Redford, es la que encuentra al niño y, poco a poco, se establecen lazos de unión y cariño entre ambos hasta el punto de que Grace ayuda a Pete a volver al bosque al darse cuenta de que no será feliz en la civilización, ya que al tratarse de un huérfano se contempla ponerlo al cuidado de los servicios sociales.
El dragón sufre igual suerte en sus contactos con el mundo civilizado pues lo atrapa Gavin, uno de los hombres que trabajan en la explotación forestal en la zona, y es puesto a buen recaudo. Solo alcanzará su liberación gracias a los niños, Pete y su aliada Natalie.
Película bucólica en sus comienzos, con poca acción y mucho de descripción de sus personajes, los asumidos por Redford y su hija que aman el contacto con la naturaleza; el filme, a medida que se intensifican las crisis, tanto de Pete como de su inseparable amigo y protector, adquiere otro ritmo más dinámico que lo conduce a ese conocido “final feliz” que caracteriza a tantas películas procedentes de los Estados Unidos.
Pete’s Dragon se asemeja en su dramática situación central, la captura y encierro del dragón, a lo acontecido con King-Kong, el legendario orangután que fuera el personaje principal de la cinta del mismo título.
Es también una cinta que continúa presentando en la pantalla esas relaciones tan frecuentes en el cine norteamericano, entre niños y animales, llevadas a una situación extrema en este caso por tratarse de un dragón, bestia mítica que tiene tantas connotaciones negativas asociadas con lo maligno y “el maligno”, Satanás (piénsese en el dragón rojo del Apocalipsis) y que ha forjado leyendas como la de la batalla de San Jorge con tan formidable espécimen.
La cinta ha sido clasificada ‘A-2’, para jóvenes y mayores por una aparente cohabitación matrimonial y por las secuencias de acción y violencia, por la clasificación católica y ‘PG’, por la voluntaria de la industria.