Hace 8 años la Dra. María Altagracia Amezquita Candelier, mejor conocida como Kelen, reconoció que tenía que hacer algo para seguir el ejemplo que su madre inculcó en ella de ayudar a los pobres. Por eso buscó la forma de ofrecerle un plato de comida a los que no tenían. “Salvador, era un deambulante de Mayagüez que llegué a querer mucho. Una semana antes de que falleciera, arrollado por un carro, empecé a llevarle comida. En su funeral hice un pacto de amor de seguir haciéndolo”, recordó la madre de tres hijos y abuela de una nieta.
“Al principio preparé 10 almuerzos y me iba por las calles junto a mi hijo para entregarlos. En poco tiempo ya eran 50 y me di cuenta de que no tenía espacio. El párroco de la Catedral de Mayagüez, P. Héctor Rivera se enteró y me ofreció la cocina de los bajos de la casa parroquial, haciéndome la advertencia de que debía habilitarla”, informó la patóloga de profesión.
Sentenció que junto a Clara de Jesús la arreglaron y desde entonces ocupa ese espacio todos los sábados para preparar entre 120 y 130 almuerzos. Admitió que al principio lo hacía sola, pero poco a poco se han unido miembros de otros grupos apostólicos para ayudarles. “Mons. Humberto, actual párroco de la Catedral pone en el boletín la necesidad de alimentos y muchos responden al llamado y hacen donaciones”, detalló. Sin duda, aceptó que aunque comenzó sola, al momento hay mucha gente que ayuda a hacerlo realidad.
Kelen explicó que los sábados a partir de las 9:00 de la mañana los deambulantes llegan a los bajos de la casa parroquial para coger un número, de esta forma saben cuánto tienen que cocinar. Precisó que se confeccionan entre 25 y 30 libras de arroz, 20 libras de habichuelas y entre 40 y 50 libras de carne. Reconoció que a veces tienen que cocinar más porque si a las 11:00 han entregado más de 100 números, eso significa que faltará. Es entonces cuando recurre a comidas enlatadas como espaguetis, salchichas y jamonilla que sirven junto con arroz a los que faltan.
“No discriminamos, no preguntamos nada para dar un plato de comida. El único requisito es tener hambre”, enfatizó quien próximamente cumplirá 39 años de casada con Oscar Trujillo de nacionalidad colombiana que también es médico.
A su vez confirmó que hace algún tiempo catequiza a los deambulantes. “No quería que fuera solo la comida, quería tener contacto con ellos. Les hablo de Jesús, de María y a veces me sorprendo de lo que aprendo de ellos”, reveló quien por 12 años llevó la Palabra de Dios a los enfermos de SIDA del Centro Médico de Mayagüez.
De manera similar, señaló que desde la Cuaresma del 2016 lleva sándwiches y botellas de agua a los lugares donde están los drogadictos. “Los martes por la tarde estamos repartiendo unos 30 sándwiches a los que se inyectan y no han comido. Vamos por el litoral, por la Plaza del mercado, por la Calle Salud y a muchos otros lugares”, detalló la devota de la Reina de la Paz.
De otro lado, Kelen también pertenece a diferentes grupos: Adoradores del Santísimo que se reúnen los lunes en la Catedral de la Sultana del Oeste, después de la misa de la tarde. Los miércoles conduce junto a Lourdes, Ángela y Meche el Santo Rosario a través de las ondas radiales de WPRA 990. Mencionó que en los meses de mayo y octubre salen de la emisora para hacer el rosario en las comunidades, “siguiendo así el pedido del Papa Francisco de salir a la periferia, porque un alma que sea tocada es para Gloria de Dios. Hemos tenido experiencias muy bonitas”.
De igual forma se reúne los jueves junto a un grupo de hermanos para adorar y contemplar a Jesús hasta las 10:00 p. m. o 12 de la medianoche en la Catedral. Compartió que junto a un grupo de hermanas se reúnen de lunes a viernes a las 12:00 del mediodía en la Catedral para rezar el Ángelus, seguido por el Santo Rosario frente al Sagrario para pedir entre otras cosas por la paz del mundo.
Al preguntársele cómo compagina su labor social con su vida familiar. Contestó que sus tres hijos viven en Estados Unidos y que su esposo aunque no está involucrado en sus actividades, no se opone a que ella las haga. “Él es un gran apoyo para mí. Cuando llego a mi casa encuentro paz”, destacó la también catequista y ministro extraordinario de la Comunión. Ciertamente Kelen recalcó que: “Mi fuerza viene de la Eucaristía y del rosario que es la cadena que me conecta con Jesús y María”.