Una nueva película de los X-Men se exhibe entre nosotros. Es la octava de una serie que ha recibido el favor del público, sobre todo del juvenil, a través de los años. Ese favor se debe a que les permite contemplar en gran formato las aventuras de estos míticos mutantes procedentes del universo de la casa Marvel.

Este filme de larga duración, casi tres horas, nos presenta un doble reto. De una parte –lo más efectivo de la cinta– están los encuentros, pletóricos de acción y vitrina para el destaque tanto de los “stunts” como de los efectos especiales. Los mismos se hacen muy presentes desde el comienzo en una dinámica y portentosa secuencia que antecede al título de la película nos enfrenta a Apocalypse (Oscar Isaac) quien en Egipto y en tiempos remotos consigue sobrevivir a lo largo del tiempo. Se hace así presente en nuestra época e intenta con sus secuaces acabar con el mundo tal como lo conocemos.

Quiere instaurar, después del caos y la destrucción, un universo nuevo. No lo logrará, sin embargo, ya que para impedirlo están Mystique y sus colaboradores entre los que se cuenta Scott Summers, alias Cyclops, que con los destructores rayos que emanan de sus ojos liquida a numerosos contrincantes.

De la otra parte, nos enfrentamos a un argumento que exige mucho de la ingenuidad de los espectadores, por confuso y poco creíble. A fin de remediar este problema la cinta vuelve, una y otra vez, a las secuencias de acción. Ellas son la verdadera razón para la realización de este proyecto fílmico. Para los espectadores de mayor edad, esa insuficiencia del argumento en términos lógicos y de coherencia, resulta un obstáculo para apreciar la parte formal del filme.

A los jóvenes en cambio, eso no les importa porque lo que les interesa y los mueve a ver el filme es esa sucesión de secuencias en las que la edición, la camarografía y sobre todo el despliegue de efectos especiales se convierten en las estrellas de la película.

Esta, sin embargo, necesita de intérpretes que se hagan cargo de los diversos roles. Además de Oscar Isaac, ya citado, forma parte del elenco Jennifer Lawrence, el gran nombre de la serie, que caracteriza una vez más a Mystique. Junto a ella Michael Fassbinder, otro buen actor, se ocupa de caracterizar a Magneto y es Tyle Sheridan el que interpreta a Cyclops.

La dirección, siempre muy importante en un filme, la asume nuevamente Bryan Singer quien hace revivir por la pantalla a los mutantes, personajes fundamentales de X-Men: Apocalypse como lo fueron de las cintas anteriores.

X-Men: Apocalypse ha sido clasificada ‘PG-13’ por la clasificación voluntaria de la industria advirtiéndose a padres y guardianes que algún material del filme podría resultar impropio para menores de 13 años; y ‘A-3’, para mayores, por la clasificación católica.

 

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