El pasado martes, 15 de enero el Santo Padre reconoció las virtudes heroicas de la Sierva de Dios, María Soledad Sanjurjo Santos, religiosa puertorriqueña que perteneció a la Congregación de los Siervas de María Ministras de los Enfermos. En la Iglesia Católica, este es el primer paso para la santidad.
Madre Soledad Sanjurjo nació el 15 de noviembre de 1892 en Arecibo. Durante su infancia conoció la congregación de las Siervas de María que dirigían el colegio donde estudió y posteriormente se unió a ellas.
Luego de pasar varios años al cuidado de los enfermos, carisma particular de la orden, fue designada como Superiora de varias Comunidades. En el año 1950 la eligieron como Superiora Provincial de las Antillas. Más tarde estableció un Noviciado en Ponce, para que las jóvenes llamadas a unirse a la congregación, recibieran formación humana, espiritual y profesional, necesaria ante la misión de acompañar y asistir a los enfermos y necesitados. La religiosa tuvo una vida sencilla procurando ser cercana a los hermanos y ayudándoles a superar sus necesidades e intentando aliviar cada dolencia de los enfermos que tenía a su cargo. El 23 de abril de 1973, fue su Pascua.
Su fama de santidad se mantuvo entre las Hermanas y personas que la conocieron personalmente. Por eso, al recopilar los documentos y conseguir los testigos requeridos se le pidió al Arzobispo de San Juan, Mons. Roberto González Nieves que iniciara el proceso investigativo para la causa. Una vez concluyó, se completaron los documentos requeridos y con el aval de la Congregación para la causa de los Santos en la Santa Sede, el 24 de febrero de 2004 dio inicio la fase diocesana del Proceso de Canonización de Madre Soledad Sanjurjo Santos.
(Fuente: News.va)