La espiritualidad franciscana consiste en vivir el Evangelio en la época que a cada uno le tocó vivir, precisamente eso fue lo que hizo San Francisco de Asís y con su ejemplo demostró que se puede. “Cuando las personas leen la vida de San Francisco de Asís simplemente se enamoran de él. Los que no han leído su biografía espero que no mueran sin hacerlo”, recomendó el custodio provincial en Puerto Rico de la Orden de Frailes Menores Capuchinos, Fray Roberto Martínez Rivera, OFM, Cap.

Ante la fecha de la fiesta de San Francisco de Asís ( 4 de octubre), Fray Roberto detalló que el santo se destacó por su minoridad que es sinónimo de simplicidad y sencillez. “Él quería el último puesto en todo, por eso el símbolo de los franciscanos es la Tau, la última letra del alfabeto hebreo. En esa época se daban muchos privilegios a los clérigos y él no quería puestos por eso nunca fue sacerdote y fue solo un menor”, explicó.

De otro lado, el fraile reiteró que uno de los principales desafíos que tiene la orden franciscana en estos días, es seguir las enseñanzas de San Francisco. Indicó que: “El franciscanismo tiene primero que mirar el Evangelio y mirar a Jesús, ese es el punto de referencia de San Francisco. Su espiritualidad era bien cristocéntrica, él estaba enamorado de Jesús y por eso recibió los estigmas que demuestran lo identificado que estaba con Él”.

Detalló que San Francisco “no quería nada porque ya lo tenía todo. El gran secreto de la pobreza de San Francisco es que era rico porque tenía a Dios y no necesitaba nada más. La gran trampa de nuestro tiempo es que creemos que mientras más dinero tengamos más felices vamos a ser, este es el mensaje continuo que nos envía la sociedad. San Francisco nos recuerda que la riqueza es tener a Dios, lo demás no hace falta”.

Sobre la pobreza, Fray Roberto confirmó que esta ha sido una lucha constante dentro de la orden. Los franciscanos tienen tres grandes reformas y todas ellas tienen que ver con este asunto. Actualmente los franciscanos viven la pobreza sin nada propio. No tienen propiedades a su nombre, ni tarjetas de crédito. “Yo no tengo casa, pero tengo 10 mil hermanos en todo el mundo y a cualquier país que vaya tengo dónde quedarme porque pertenezco a la orden”, precisó.

Del mismo modo, dijo que el materialismo es el contraste de San Francisco. No obstante aclaró que conoce muchos laicos que tienen dinero, pero que no están apegados a él, lo usan porque es necesario para cubrir sus necesidades. El problema del materialismo surge “cuando uno se apega a esos bienes materiales y solo piensa en uno. Es un peligro hacerse esclavo del dinero”.

Por otra parte mencionó que las veces que el Papa Francisco hace mención a San Francisco se refiere al Evangelio porque la espiritualidad franciscana es, “esforzarnos por vivir el Evangelio, coger en serio las palabras de Jesús. Esto exige una radicalidad. El hecho de que yo no los viva no quiere decir que no sea posible, hay santos que nos demuestran que sí se puede. Yo tengo que esforzarme por vivirlo”.

Al final, sugirió tener a San Francisco como modelo de vida, puesto que el santo se nutrió de la lectura del Evangelio. “Leer el Evangelio, eso es lo que hay que hacer porque eso fue lo que hizo San Francisco leerlo y ponerlo en práctica”, afirmó el fraile que confirmó que San Francisco de Asís trascendió el ambiente católico al punto de que hay franciscanos en otras denominaciones cristianas como es el caso de los anglicanos.

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