¿Cuán cierto será que, como pueblo tenemos una memoria corta? También se dice con picardía, que más bien se trata de una selectiva… recordamos lo que nos conviene, al menos como individuos. ¡Ja, ja! Y hablando de recordar y memorizar, confieso que al inicio de lo que llamo el Coronavirus Time, pasé tremendo susto.
Mi celular comenzó a fallar. Tuve que aprender de memoria y a toda prisa, varios números telefónicos personales. ¡Urgía hacerlo! La clásica libreta de teléfonos o agenda, (ya pasadas de moda), se podían extraviar. Y créame, que si usted no depende exclusivamente de los aparatos electrónicos digitalizados para saber sus números claves… ¡siéntase afortunado! De no ser así, invito a un buen ejercicio… ¡memorizar!
Por cierto, en momentos difíciles oportuna esa práctica con algún texto bíblico consolador. ¡Al menos uno! Sugiero el de San Juan 16, 33 a saber: “En el mundo tendrán tribulaciones, pero tengan valor; Yo he vencido al mundo”. Para ello, comparto una estrategia simple de asociación numérica. En el caso del referido pasaje, pienso en la ciudad capital de Puerto Rico, en el primer paciente que asistí recién ordenado sacerdote en un hospital, con ese número en la habitación. La última cifra la asocié con la edad de Cristo. Así entonces recuerdo y memorizo a S. Juan 16, 33. Obviamente más allá de memorizar, el reto mayor sería el acoger el mensaje en el corazón y procurar vivirlo en lo cotidiano.
Por otra parte, cuatro versículos previos al 33, el verso 29 del mismo capítulo, diría que evidencia algo de ingenuidad con pizcas de arrogancia por parte de los apóstoles. ¿Y eso? Porque alegadamente entendían y todo estaba claro. En una expresión de moda diría: ¿En serio? La realidad es que no siempre entendemos claramente lo que acontece. ¡Imperativo ser humildes para aceptar nuestras limitaciones!
En esa línea, adecuadas estas palabras del Papa Benedicto XVI en el 2010 desde Roma: “No es posible hacer todo lo que se desea ni lo que debería hacerse. Nuestras fuerzas son limitadas”. También lo es, nuestra comprensión del pasado e incertidumbre del provenir. Lo pertinente es el presente y cuando no es fácil, memoricemos y procuremos vivir la máxima de S. Juan 16, 33: “En el mundo tendrán tribulaciones, pero tengan valor; Yo he vencido al mundo”.
P. Edgardo “Gary” López
Para El Visitante