“LO QUE VOY A HACER, LO QUE QUIERO HACER Y LO QUE NECESITO HACER ES SERVIRLES A USTEDES”, estas fueron las palabras pronunciadas hace 30 años por Ramón Jaime Casellas Rivera mejor conocido como Padre Jimmy, el día de su ordenación sacerdotal.  Según nos cuenta el dinámico sacerdote, tenía 18 años cuando comenzó a sentir esa vocación que hoy día ha desembocado en una vida dedicada al servicio, entrega al prójimo y al más necesitado.

Su vocación surgió cuando participó de un retiro espiritual dirigido por un fraile capuchino cuando todavía estudiaba en el Colegio San Antonio, era el 1976. Luego de desarrollar una fuerte amistad con ese mismo fraile capuchino, continuó el proceso vocacional que la orden ofrecía a la misma vez que estudiaba en la Universidad de Puerto Rico porque aspiraba a convertirse en un buen abogado. Después de 2 años de discernimiento, retiros vocacionales y dirección espiritual tomó la decisión de ingresar al seminario no sin antes pasar por varias pruebas pues en tres ocasiones intentó iniciar el proceso de matrícula en la Universidad Católica de Ponce y en esas mismas tres ocasiones no fue posible. Precisamente este proceso lo ayudó a confirmar que en efecto estaba tomando la decisión correcta, aunque en el fondo nunca dejó de sentir miedo a equivocarse.

Una vez termina su formación en el Centro de Estudios de los Dominicos del Caribe, es asignado a trabajar en Ponce y luego de su ordenación sacerdotal llega a Adjuntas por un período de 3 años, allí -recuerda con mucha emoción- administró por primera vez el sacramento de la confesión en la Capilla del Cerro Guilarte, y entre sábado y domingo dos frailes celebraban 14 misas. Más adelante, por aproximadamente 8 años, colaboró en el Centro Capuchino en Trujillo Alto. Para el 1996 lo nombran párroco en la Iglesia San Francisco de Asís ubicada en el Viejo San Juan. Allí tiene la dicha y la responsabilidad de ser el primer párroco puertorriqueño en administrar esa parroquia en sus casi 300 años de fundada. Después por unos 3 años pasó a trabajar en el pueblo de Barranquitas y desde el 2010 es asignado como Director Espiritual del Colegio San Antonio a la vez que colabora con la Asociación Misionera Capuchina. En el 2014 es nombrado párroco de la Iglesia San Antonio de Padua ubicada en Río Piedras a la vez que sigue con sus tareas de formador y director espiritual de muchos feligreses que lo atesoran como confesor.

Si Fray Jimmy tuviera que identificar esas personas claves durante estos 30 años, definitivamente mencionaría a su familia y en especial a su madre y a una tía religiosa; también a aquel fraile capuchino que lo dirigió en su proceso vocacional. Considera que tanto San Juan Pablo II como San Padre Pío han tenido una gran influencia durante todo su sacerdocio y que el Papa Francisco ha venido a presentar un gran reto a todos los sacerdotes.

“Dando una mirada muy rápida a través de este caminar puedo ver mucha satisfacción, mucha alegría de servir, procesos de maduración en todos los aspectos de mi vida pero sobre todo esa satisfacción de desgastar tu vida por el Señor. Pienso que lo mejor del sacerdocio es la celebración de la eucaristía, ese momento es extraordinario.

Todo desaparece para ser solo Él y yo, su humilde servidor”, menciona entusiasmado el sacerdote.

Como buen pastor de sus ovejas Padre Jimmy señala varios proyectos que le ocupan actualmente y para los cuales solicita la ayuda de la feligresía. Su prioridad es arreglar la capilla donde celebra la misa en el sector Buen Consejo pues antes era un cafetín y ahora, según el sacerdote, “necesitamos darle dignidad de capilla”. Así concluye emocionado este servidor que hace 30 años comenzó la aventura de su vida siguiendo los pasos de San Francisco y tomado de la mano del Señor.

(Vivian Rivera Colón)

6 COMMENTS

  1. Mi buen Jesus me dirigio a conocer a Padre Jimmy en el 2002. Entiendo que desde ese momento en que nos conocimos, soy su amigo y por supuesto EL es mi amigo, confesor y consultor espiritual. Jimmy es un gran ser humano, digno de ser reprentante de Jesus y sobre todo lleno de mucho amor para dar a todos. En su lucha por las personas sin techo en el viejo San Juan, bajo la insignia del “Hogar Padre Vernard, creada por el, dejo el “pellejo” haciendo lo indecible por ayudar a la causa. Me honro con su amistad y ruego todos los dias por su salud pues personas de este calibre no se consiguen todos los dias.
    !Gracias Padre Jimmy! Dios te bendiga Abundantemente!!!!!!

  2. Tremendo ser humano, un sacerdote como pocos, siempre dando, con amor y paz. Dios le siga bendiciendo

  3. Un ser humano extraordinario. Una figura clave en mi familia. Gracias por ser como eres. Un fuerte abrazo y que cumplas por lo menos 40 mas. Te queremos mucho.

  4. Gracias padre Jimmy por todas sus bendiciones y servicio. Gracias por el apoyo a mi famlia y especialmente por mi hija Anais Morales. Que desde que nacio me la bendijo con la santa uncion y usted me dijo que ella iba a vivir y asi mismo fue. Ahora tiene 19 años y hermosa esta. Usted Dios lo envio para llevsr su obra. Asi lo esa realizando. Que Dios lo sigua bendiciendo. Se le quiere siempre.

  5. El Pdre Jimmy es un ese extraordinario, con una paz que de mirarte te calma cuando llegas tan afligido… es un Cristo vivo, que acaricia tu alma con si mirada y te inunda de paz y esperanza aun en los momentos mas negros que puedas estar…. a veces son pocas las palabras, pero son tan profundas que te transforman… y creo que entre los grandes dones que tiene esta la uncion de los santos olmos… es una experiencia única en donde se deriene el tiempo, se manifiesta el amor, energía divina, paz y craridad mental… El Padre Jimmy te escucha, te entiende, te ayuda… es un gran guia, consejero… vicie su misión con mucha entrega y amor. A mi me ha ayudado mucho! Que Dios lo Bendiga hoy y siempre!

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