Desafiando la lluvia y el mal tiempo un nutrido grupo de fieles de la Diócesis de Fajardo-Humacao se dio cita en el pueblo de Fajardo el pasado sábado, 18 de noviembre para festejar a la Patrona Nacional María Madre de la Divina Providencia.
Contrario a otras Diócesis que efectuaron la misa a las 4:00 de la tarde como lo acordó la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP), debido a que la Diócesis de El Yunque comparte Obispo con Caguas, que para Fajardo-Humacao funge como Administrador Apostólico, la adelantaron para las 11:00 de la mañana.
Inicialmente se había planificado realizar la misa en la Plazoleta de la Catedral Santiago Apóstol de Fajardo. Esto por los daños que sufrió el techo de la Catedral por el paso del huracán Maria, pero las inclemencias del tiempo obligaron a cambiar los planes y celebrarla en el interior de la Catedral.
Monseñor Eusebio Ramos Morales, Administrador Apostólico de la Diócesis, presidió la celebración que fue concelebrada por los Vicarios y contó con la participacion de parte de los clérigos de la Diócesis de El Yunque.
Durante la homilía, afirmó que “esta es una celebración de oración, pero también de afirmación de nuestra fe para abrazar a Jesús con pasión y declarar que seguiremos hacia adelante con firmeza y alegría al estilo de María, la Virgen Madre de la Divina Providencia que nos orienta y nos señala el camino”.
De otra parte, mencionó que en el 2018 se cumplen el décimo aniversario de la Diócesis y que cuando llegué el nuevo Obispo se abre la etapa de desarrollo. “Esto no se puede quedar en un proyectito que alguien se le ocurrió. Yo estoy de salida. Ahora les toca a ustedes”, urgió a los fieles.
Continuó diciendo: “A mis presbíteros, a mis diáconos al pueblo de Dios. Una Iglesia que no misiona se muere. Hay que abrazar el Evangelio con pasión y alegría. Esa idea de la misión hay que seguirla de la mano de María y con Jesús siempre en el corazón”.
Luego de la homilía, la niña, Aramat Sáez 3 años desfiló por la nave central de la Catedral con la corona con la que sería coronada María Madre de la Divina Providencia. Mons. Eusebio coronó la imagen mientras el misterio de música Mesiah, de la Capilla Nuestra Señora de La Milagrosa que pertenece a la Catedral Santiago entonó el himno a la Patrona.
Tras la distribución de la comunión,Mons. Eusebio retomó la palabra. “El momento actual es de grandes retos y grandes decisiones. No cabe la pasividad, improvisación, la burocracia, la injusticia, la insensibilidad, la corrupción ni la jaibería. No es momento para jugar a la política ideológica y obligar a nuestra gente a marcharse del País. No es momento de tener agendas ocultas ni de lucros egoístas a cuesta del dolor y sufrimiento de nuestro pueblo. Llamamos a revisar las respuestas de emergencia que han dado las agencias y funcionarios de gobierno, a superar los errores e impulsar alternativas reales a los graves problemas de la electricidad, agua, carreteras, viviendas, educación y demás servicios básicos”, puntualizó.
También, hizo un llamado a los presbiteros. “Nuestra misión no se puede convertir en acciones aisladas para dar una ayuda en un momento dado y desconectarnos, porque ya cumplí, ya hice. A los párrocos, diáconos y los líderes parroquiales. Tenemos que estar atentos a las necesidades de nuestra gente. Es urgente visitar todas las comunidades para identificar los enfermos, encamados, familias en los refugios pasando calamidades, mil situaciones. Esto es para largo, a veces sentimos que nos supera la situación, pero por favor sean pastores. Esto es un momento crucial en la historia del País y ustedes como pastores del Iglesia están llamados a acompañar”. La misa culminó con la bendición final.
En un aparte con El Visitante el Administrador Apostólico, reiteró que: “Este es un momento crucial que nos pide decisiones firmes y valientes y si amamos este País y amamos a nuestra gente ahora se nos pide una respuesta contundente. Como cristianos estamos llamados a esa respuesta con firmeza, con valentía para poder irradiar a la gente con alegría, de fe y la esperanza como nos pide el Evangelio”.