Cada año la Iglesia recuerda el Triduo Pascual que inicia con la Misa Vespertina del Jueves Santo hasta la víspera del Domingo de Resurrección.
En el primer día del Triduo Pascual, se rememora la Última Cena que tuvo Jesús con sus discípulos. En el ordo (calendario litúrgico pastoral preparado cada año para la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico) se explica que el significado del Lavatorio de los pies es el servicio. También indica que al final de la misa de ese día se omite la despedida y se procede al traslado del Santísimo Sacramento al Monumento.
De otro lado, detalla que el Viernes Santo no se realiza la Eucaristía. Los oficios de la tarde, en los que se recuerda la Pasión del Señor deben hacerse después del mediodía, cerca de las 3:00 de la tarde.
Por su parte, Padre Hermenegildo Alayón, mejor conocido como P. Cano de la Parroquia Santuario Divino Niño Jesús de Gurabo destacó que lo más importante del Viernes Santo es la celebración de la Pasión y Muerte del Señor. “Ese día los celebrantes entran en silencio, se postran unos segundos y sigue la oración colecta, se leen las lecturas. Luego viene la adoración de la cruz, se viste el altar, se reza el Padre Nuestro y se distribuye la Comunión a la asamblea de la reserva del día anterior. Luego de la bendición final todo el mundo se marcha en silencio”, detalló. Previo a esto se realiza el Sermón de las Siete palabras.
En cuanto al tercer día del Triduo Pascual, el clérigo, quien lleva más de una década en la Parroquia de Gurabo dijo que en el Sábado Santo se realiza la Vigilia Pascual. La solemnidad comienza fuera del templo con la bendición del fuego y “al encender el cirio pascual que simboliza el paso de las tinieblas a la luz. Las tinieblas simbolizan el pecado y la muerte, y la luz simboliza el Cristo Resucitado”.
Según el portal de Internet Catholic.net, este día tiene tres partes importantes que sumadas a la Liturgia de la Eucaristía completan la Celebración, estas son: Bendición del fuego, Liturgia de la Palabra (se leen siete lecturas comenzando con la Creación hasta la Resurrección y siete Salmos, además del Evangelio) y la Liturgia Bautismal en la que se bendice el agua y se asperja a la asamblea para renovar su compromiso bautismal.
A modo de conclusión P. Cano manifestó que las procesiones que se realizan durante el Viernes Santo son parte de la cultura del pueblo y que tienen un significado bíblico de acompañar a Jesús al Calvario. “No se camina por caminar, no es un invento”, puntualizó.