El pasado 19 de junio, tuve una mala experiencia con una de las generaciones más olvidadas del país, nuestros envejecientes. Ese día junto a varias personas realizamos una visita a un centro de envejecientes con fines de compartir con los mismos, otorgarles artículos de higiene personal y más que eso, una sonrisa. Pero no esperábamos toparnos con lo siguiente; durante el recorrido observamos cosas que no eran aptas para una buena calidad de vida, como, por ejemplo: mal olor, polvo debido a construcción de más cuartos, no había aire acondicionado, camas manchadas, parecían estar en medicamentos innecesarios, se encuentran 60 ancianos y muy poco personal (se supone que haya dos empleados y un cocinero por cada ocho huéspedes). Además, estos presentaban signos de maltrato.

Una de mis compañeras se acercó a una anciana para preguntarle cómo estaba y esta le subrayó sentirse mal. “Paso día y noche con un dolor insoportable que no le deseo a nadie, se lo digo a las enfermeras y ellas no hacen nada”, puntualizó la envejeciente.

Cabe destacar que la violación a los derechos humanos en esta institución muchas veces se da por omisión o falta de acción. Todo anciano merece respeto, sensibilización, empatía y cariño; ser libres de cualquier tipo de violencia física, psicológica y patrimonial. Estos son personas como cualquier otra y tienen derechos. El maltrato no es solo violencia sino también el abandono y la indiferencia. Nadie merece esa baja calidad de vida que sufren estos ancianos, hoy son ellos y mañana podemos ser nosotros. Está en nosotros hacer un cambio en el mundo; participemos activamente en la sociedad, conociendo gente y creando lazos respetuosos, cariñosos y de igualdad. Primero reflexiona y piensa,¿qué puedo hacer yo? Ya hora dime, ¿qué vas hacer tú?

No olvides que todos y todas envejecemos, no seas indiferente. Toma acción orando por esos envejecientes que no tienen calidad de vida y compartan una foto con un familiar mayor de edad con el hashtag #TratalosBien para crear conciencia de las situaciones que viven personas como estos envejecientes, reducirlo y apoyar el movimiento contra el abuso y maltrato a la vejez. Con la ayuda del Señor haremos de este mundo, uno mejor.

Ricardo Yadiel Rivera Rivera
16 años
Parroquia Santísima Trinidad de Caguas

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