Para muchos el cáncer es sinónimo de muerte, cuestionamientos, dolor y rendición. La enfermedad es una realidad, pero ella no es obstáculo para vivir a plenitud la felicidad de cada instante e irradiar a otros con ella. Así lo dejó claro Oscar “Caly” Hernández, paciente de cáncer.

Hace 5 años fue al médico y recibió la noticia que lo hizo sudar y marearse. “No me hice la colonoscopía a los 50 años. El médico me dijo: ‘¿Por qué tardaste tanto?’. Le pregunté cuáles eran sus planes y nos dijo que lo esperáramos en la sala de emergencia porque tenía que operarme ya”, recordó Caly.

Luego de extraerle parte de su intestino grueso, de tratamientos y constante monitoreo, hace año y medio regresó el cáncer metastásico en el hígado y pulmón.

Es paciente activo y ataca el cáncer “por mar y tierra”, con radioterapia y quimioterapia. A raíz de todas estas experiencias decidió emprender su camino con fuerza, vivir feliz, ayudar a otros y plasmar todas estas vivencias en su libro Vivir con cáncer (2017) de Publicaciones Gaviota.

 

Principios para enfrentar…

Con voz enérgica enumeró algunos de los 15 principios que detalla en su libro y que según su experiencia son clave para enfrentar un diagnóstico de cáncer: expulsar el miedo y sembrar fe en Dios; aceptar la condición y entenderla como proceso de transformación; elegir ser feliz; sacar los malos pensamientos; crear un plan de trabajo; y ejercitar la empatía con el prójimo.

“Elegí ser feliz, trabajar mi proyecto de vida y ser agradecido de Dios regalando mi alegría, mi fe, mi esperanza y mi confianza a los enfermos de cáncer y a todos los que necesiten luz en su camino interior. Estoy bien, tengo paz, les envío mi corazón y mis sueños. Vivo con cáncer y soy feliz”, sostuvo con franqueza acompañado de su esposa.

Caly aclaró que no es un motivador, que solo busca propagar el mensaje de un encuentro con Dios para enfrentar la vida con fe, acción, alegría y felicidad. Identificar virtudes y ejercitarlas con el prójimo es parte del proceso. “Allá afuera es donde se dejan gotitas de sangre en las espinas, como decía Neruda”, dijo. Esto porque de qué sirve un encuentro y la fe si ellos no llevan a la acción. Así día a día busca abrazar, repartir cariño y acompañar a sus hermanos con cáncer en el laboratorio, en el tratamiento, en el hospital o en el consultorio médico. Invitó a que todo el que pueda lo realice sin miedo porque el que da recibirá más.

 

El mejor combustible: fe

Asimismo, reconoció que tuvo que abrir su corazón a Dios para que Él lo llene de su amor. “Mi fe lo es todo”, confesó. Para Caly esta decisión de ser emisario de la felicidad en medio de la tempestad inició con el choque con su realidad, diagnóstico y el encuentro con Dios, a pesar de que siempre fue católico práctico. Producto de ese encuentro decidió sustituir el miedo por valentía, la incertidumbre por confianza y la incredulidad por fe. Así que siempre dice: “Señor a ti te entrego mi cáncer”. A la lucha por su vida se suma que la empresa en la que trabajó por años cerró y quedó cesanteado. Por lo tanto, es responsable con sus tratamientos, pero vive aceptando su realidad, en constante acción y rebosante de esperanza.

Criticó la actitud de tener un rosario en la mano para entregarse al miedo de la muerte y propuso a los que se encuentran en procesos difíciles decidir ser felices en su condición y rezar el mismo rosario, pero con intensidad y fe. “Ese dolor lo convierto en combustible y prendo la antorcha de mi camino interior”, articuló. Incluso su experiencia y fe le ayudan a manejar y hasta disminuir los efectos posteriores y a los tratamientos que duran más de 5 horas.

Habló sin titubear sobre los azotes de los tratamientos. “(La quimioterapia y radioterapia) Te dejan tan destrozado que hay días que uno no se puede poner ni una media o coger el jabón”, comentó. Con tono reflexivo Caly invita a plantearse que esas cosas sencillas que se dan por sentado tienen mucho valor y que no hay que esperar a perderlas para disfrutarlas. Con total franqueza, en pie de lucha contra el cáncer y desde lo profundo de su ser dijo: “¡Hay que celebrar cada paso, estás vivo y lleno de posibilidades. No sé por qué al ser humano se le hace tan difícil elegir ser feliz!”.

Por su parte, Annabelle Ruiz, a quien Caly nombró vicepresidenta de operaciones contra el cáncer y con salario pro bono, expresó que a pesar de que se encuentran en la tormenta perfecta producto de la enfermedad y falta de empleo, “en mi casa se vive en paz y con mucha fe, con la real presencia de Dios en nuestras vidas”.

Vivir con cáncer es un libro de lectura llevadera y emotiva, se encuentra disponible en librería Casa Norberto en Plaza Las Américas, en Norberto González y en todas las librerías de Puerto Rico. Describe su libro como una alabanza de agradecimiento a Dios, como un regalo de amor. “El libro es mi caminar como paciente de cáncer. Están mis huellas, mis dolores, frustraciones, triunfos, mis alegrías, mis esperanzas, está todo en un libro”, dijo Caly.

Esta entrevista fue realizada en el programa de Cursillos de Cristiandad que se transmite todos los miércoles a las 7:30 p. m. por Radio Paz 810 AM.

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