El pasado 18 de diciembre se abrió otra de las Puertas Santas de la Arquidiócesis de San Juan, una que abre el paso a la caridad; la Puerta Santa en las oficinas de Cáritas de Puerto Rico en Santurce. A eso de las 11 de la mañana una grupo de personas se dio cita frente a las oficinas, en el estacionamiento, donde se posicionó una carpa, sillas, tarima, mesas con comestibles y la puerta principal de las instalaciones e identificada claramente como una Puerta Santa.

A la llegada del Arzobispo Metropolitano, Mons. Roberto González, inició la ceremonia de apertura de la Puerta Santa, reinauguración oficial de las instalaciones rediseñadas y la consagración de dos espacios en honor a Sor Clotilde Arce Cáceres, pasada directora de Servicios Sociales Católicos (luego renombrado a Cáritas), y el Beato Mons. Romero. Entre los presentes se encontraban participantes de los programas de Cáritas, colaboradores y bienhechores, integrantes de Cáritas parroquiales, empleados, sacerdotes y religiosas.

Luego de reconocer la presencia de distintas personalidades y colaboradores, Padre Enrique Camacho Monserrate, director de Cáritas de Puerto Rico, se desbordó en gratitud.

“Ustedes son los protagonistas de esta mañana. Ustedes son los que hacen posible que estemos trabajando. Si no fuera por ustedes Cáritas no haría su obra”, subrayó el también vicario de Pastoral Social en la Arquidiócesis.

Posteriormente, el Arzobispo tomó la palabra para ofrecer un breve y emotivo mensaje centrado en el Jubileo convocado por el Papa Francisco. “Este año es para sanar esas heridas que no nos permiten reconciliarnos con el prójimo. En primer lugar, este Año de la Misericordia es precisamente para que nos dejemos tocar por la misericordia de Dios de tal manera que comience ese proceso de sanación. Es decir, la misericordia es el camino hacia la paz”, expresó Mons. González.

Uno de los momentos más destacados de la mañana fue la develación de los retratos de Sor Clotilde y Mons. Romero, a quienes se les dedicaron respectivas áreas de las instalaciones. La familia de Sor Clotilde pasó al frente para dedicar unas palabras sobre la religiosa que luchó incansablemente por los necesitados y cuya labor se destaca a más de una década de su partida.

Definitivamente dejó huellas imborrables con su ejemplo de vida que a su vez fue su gesta mayor y legado para los suyos que aún la recuerdan con gran intensidad.

Luego, el Arzobispo Metropolitano subió frente a la puerta principal para realizar el ritual de apertura y dijo: “Hemos venido aquí con alegría para abrir con la bendición de Dios la Puerta de la caridad en este lugar como parte del Jubileo Extraordinario”. De esta forma, la Puerta se hace accesible a los participantes que a diario asisten a buscar la ayuda urgente en su casos particulares de carencia. También, durante el ritual, se oró por la misión de Cáritas. Y acto seguido, Mons. Roberto abrió la puerta, asperjó, entró seguido por los presentes al interior de las instalaciones donde se cortó la cinta roja y se colocaron los cuadros.

Luego de ver las oficinas de servicio a los necesitados en estado óptimo, todos retornaron al frente de la puerta Santa para el almuerzo y compartir.

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