Preparados para enfrentar los retos del país con  herramientas que integran valores y una preparación académica única, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) graduó a 1,688 estudiantes de los recintos de Ponce, Arecibo y Mayagüez.

El presidente de la PUCPR, Dr. Jorge Iván Vélez Arocho, confirió los grados en cuatro ceremonias distintas.  Estos se desglosan en 49 grados asociados, 1,118 bachilleratos, 259 maestrías, 61 doctorados, 155 Juris Doctor y 15 certificados en el área de Tecnología Médica.

“Cada uno de nuestros graduados representa una oportunidad para mejorar lo que somos como pueblo. Hoy entregamos al País la promesa del talento genuino, del compromiso y de una formación integral, que ha convertido a estos estudiantes en grandes profesionales y mejores seres humanos. Esta clase está compuesta por científicos, educadores, músicos, arquitectos, sicólogos, abogados, empresarios y la primera clase de 31 estudiantes que reciben Certificados Técnicos no universitarios. Se gradúan entre ellos tres estudiantes sordos, dos estudiantes no videntes y un estudiante con autismo. Ellos  enfrentaron un gran reto y lo sobrepasaron: lograron su grado académico. Es una clase fuerte, llena de esperanza y lista para trabajar por el País”, expresó el Dr. Vélez Arocho.

Por otro lado Alberto Rodríguez Caraballo, que se graduó de Trabajo Social,  es un ejemplo de la superación que caracteriza a estos graduandos. Alberto tiene autismo. “No se me hizo fácil. En un principio tuve que batallar debido a mi condición, pero gracias a Dios, la aceptación de los profesores y de mis compañeros me ayudó a lograr mi meta. La Universidad ha sido un instrumento para mi crecimiento y para desarrollar seguridad en mí mismo y en mis capacidades. Ha contribuido a que sea más independiente. Yo siempre creí en mí y sabía que podía dar más. Siempre supe que tenía la capacidad de aprender muchas otras cosas”, sostuvo Alberto. Mientras cursaba estudios en escuela superior se dio cuenta que quería ser trabajador social. “Cuando mis compañeros pasaban situaciones difíciles los motivaba y aconsejaba. Así me di cuenta que yo tenía la capacidad para ayudar a otras personas”, explicó. Alberto fue diagnosticado con autismo a los 4 años. Con el apoyo de sus padres pudo superarse académicamente y logró graduarse con un promedio de 3.39 puntos.

De otro lado para María Maldonado, haberse criado en un residencial público, en un hogar donde había violencia doméstica y tener que enfrentar todo tipo de retos diariamente no fue un impedimento para que lograse culminar sus estudios de bachillerato y posteriormente graduarse de una Maestría en Trabajo Social Clínico. “Lo que no mata te hace más fuerte y Dios sabe todas las cosas. A pesar de todas las situaciones en mi hogar mis padres nos enseñaron valores. Haber tenido estas experiencias de carecer de ciertas cosas materiales y afectivas me hizo más sensible al dolor ajeno. Como lo viviste quieres ser un instrumento para ayudar a otros a que desarrollen resiliencia y que puedan creer que con Dios sí se puede y que en medio de la situación vean que hay esperanza”, expresó María. Su filosofía y su motivación son el conocimiento y el aprendizaje. “Siempre he pensado que el aprendizaje, con Dios, es poder para transformar. Esto fue motivo para escoger una profesión que esté relacionada con el servicio directo. En La Católica sentí la diferencia. Dios está presente en el ambiente y en sus profesores”, indicó la trabajadora social del Departamento de la Familia. María fue la primera de sus 17 hermanos en lograr estudios universitarios posgraduados y se gradúa con un promedio  4.0 puntos.

El Colegio de Ciencias graduó 544 estudiantes siendo la facultad con mayor número de graduandos. Le sigue  el Colegio de Artes y Humanidades, Administración de Empresas, Educación, Escuela de Derecho,  Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad y la Escuela de Arquitectura con 343, 251, 169, 155, 147 y 48 graduandos respectivamente.

Por su parte Harry Bruckman Mercado, Javier Echevarría Vargas, Ramón Guzmán, Yaneiza Santiago Rivera y Juan David Vilaró Colón recibieron el grado de Doctor en Derecho como parte del acuerdo entre la PUCPR y la Universidad de Valladolid en España.

De otro lado el recinto de Arecibo confirió 158 grados en la celebración de su graduación en el Coliseo Raymond Dalmau en Quebradillas. Mientras el recinto de Mayagüez, graduó 209 estudiantes  en el Palacio de Recreación y Deportes de Mayagüez. Por primera vez el recinto de Mayagüez confirió 31 Certificados Técnicos no universitarios en las áreas de Artes Culinarias y Asistente de Administración de Oficinas.

(Departamento de Comunicaciones de la PUCPR – Fotoperiodista: José Ángel Torres).

 

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