Vicaría de la Pastoral de la Familia Arquidiócesis de San Juan, P.R.

DECLARACIÓN DE LA VICARÍA  DE PASTORAL DE LA FAMILIA SOBRE LA PREOCUPACION ACERCA DE LOS TEMAS DE PERSPECTIVA/IDEOLOGÍA DE GÉNERO QUE SE DISCUTEN EN NUESTRA SOCIEDAD

16 DE SEPTIEMBRE DE 2021

Para el mes de mayo del presente año trascendió en la prensa que el Comité P.A.R.E. (creado por la orden ejecutiva del Sr. Gobernador) colaboraba con el Departamento de Educación (DE) para la implementación del currículo con perspectiva de género programada para el próximo mes de agosto. Posteriormente trascendió que el currículo no se estaría implementando todavía, sin embargo, se inició el proceso de capacitación en el tema a los maestros y las maestras del DE.

Lo anterior ha provocado gran preocupación entre algunas organizaciones de base de fe al igual que muchas madres y padres, al punto que convocaron una manifestación en contra de la implementación del currículo de perspectiva de género por ser considerada una imposición de una perspectiva que choca con los valores e incluso derechos parentales sobre la educación de sus hijos. La manifestación llamada Marcha Contra la Imposición de la Ideología de Género se celebró el 14 de agosto a las 10:00am en San Juan.

Transcurridas varias semanas después de esta marcha y ante la continua discusión pública del tema, sigue creciendo la preocupación de padres y madres, sacerdotes, diáconos y feligreses.

Reconociendo que el silencio no es una opción, esta Vicaría de la Familia de la Arquidiócesis de San Juan desea expresarse abiertamente sobre esta situación. Después de una ponderada reflexión y consulta, declaramos lo siguiente:

  1. Reconocemos la importancia de todas las personas que, ante una preocupación auténtica sobre la educación de la niñez y juventud y la defensa de los derechos de la familia, se manifestaron en la mencionada marcha. Los padres, las madres y el resto de la sociedad en general no debería permitir imposiciones sectarias o ideológicas en el sistema académico, sin un proceso de participación y evaluación en los contenidos de cualquier propuesta educativa. Como líderes religiosos tenemos el deber, el derecho y la responsabilidad de proteger los derechos de nuestras familias.
  2. Al día de hoy no hay datos concretos sobre el contenido de dicho currículo, y existe gran preocupación sobre el significado y las implicaciones que se constatan entre la ideología de género y la perspectiva de género. Por una parte, existen algunas familias católicas que expresaron sentirse en desacuerdo por expresiones y afirmaciones sin aún tener el contenido del mencionado currículo. Por estas razones, la Vicaría de la Familia, como institución no apoyó la marcha. Por otra parte, existen también muchas familias católicas que se identificaron con el objetivo de la manifestación preocupados por la tendencia manifiesta del poder Ejecutivo y el Legislativo de favorecer el currículo en cuestión. La Vicaría de la Familia se hace eco del respeto a la libertad que ejerció cada familia católica de participar o no en dicha manifestación. En este sentido, hemos estado siempre comprometidos a promover los derechos de los padres a criar y educar a sus hijos e hijas según sus principios y valores, y denunciar cuando estos derechos y deberes de la familia son violados.
  3. Reconocemos que la educación es una herramienta importante, aunque no la única, para la trasformación de las generaciones. Reconocemos también que el currículo educativo actual puede ser atemperado, actualizado y mejorado significativamente en vistas a proveer herramientas a los niños, las niñas y jóvenes para asimilar valores universales que les permitan aprender a vivir en sana convivencia, aceptar las diferencias, eliminar los prejuicios, promoviendo una cultura de paz y alegría. Sabemos también que los cambios en los procesos educativos y los resultados pretendidos toman tiempo y requiere de todos un compromiso paciente en clave “artesanal”. Dicho esto, apoyamos la intención de que el currículo debe ser revisado y mejorado en esa dirección y aprobado por los padres de los estudiantes.
  4. Un currículo basado en la equidad resultaría más beneficioso para fomentar ese ambiente de respeto y aceptación, recalcando que no es un concepto exclusivo a un sector o comunidad en particular, sino que atiende a todas las personas a base de su condición humana. Entiéndase entonces que el currículo basado en la equidad redundaría en beneficio y bienestar para personas con diversidad funcional, de diferentes nacionalidades o cualquier otra condición humana que históricamente se ha prestado para la burla (bullying) y el discrimen en nuestra sociedad.
  5. Sin embargo, se reconoce como importante que dentro de la equidad se debe atender el tema de los roles y estereotipos impuestos a una persona solo por su sexo biológico. En una sociedad tradicionalmente machista estos roles y estereotipos pueden ser motivo de discrimen o violencia.
  6. La perspectiva/ideología de género es un tema distinto y complejo que debemos estudiar con responsable compromiso. Se hace urgente un debate público, respetuoso, de altura, científico, que nos permita a todos calibrar los efectos que tiene sobre nuestra sociedad tal visión del ser humano y su convivencia. Estaremos alerta en la medida en que atente contra nuestros principios y derechos, pues es frecuente el uso superficial de dichos conceptos y la manipulación por diversos sectores.
  7. Como se mencionó antes, al momento no se ha provisto la información necesaria a los padres, las madres y/o tutores referente al contenido del currículo con perspectiva de género. Por esta razón hacemos un llamado al gobierno a que sea totalmente transparente en sus procesos y provea la información referente a lo que se implementará en el sistema educativo para someterlo a la revisión de los padres y/o tutores. De igual forma, solicitamos que tanto en éste como en cualquier proceso de revisión de currículo o reforma educativa, se dé una plena participación a las personas a cargo de la niñez (padres, madres, etc.) para evaluar los cambios antes de ser implementados. Esto permitirá crear lazos de colaboración que redunden en bienestar de nuestra niñez y juventud y toma en cuenta que con sus impuestos los padres aportan al mantenimiento económico del gobierno. Los padres y las madres son los principales educadores de sus hijos e hijas. Sin embargo, entendemos que hay menores que no tienen la oportunidad de ser criados por sus padres biológicos y/o tutores ya que por múltiples razones no han adquirido las destrezas naturales o aprendidas para llevar a cabo adecuadamente la educación de sus hijos e hijas, con repercusiones que   incluso llegan al maltrato y al abuso intrafamiliar. Creemos que sólo en aquellos casos en que los padres, madres o tutores carezcan de las destrezas adecuadas y correctas, tanto la escuela y el gobierno deben intervenir para ayudar y/o apoyar a los menores y protegerlos cuando se encuentren en grave peligro evidente, que atente contra su integridad y su vida. Como norma general, el Gobierno deberá apoyar eficazmente, y nunca sustituir, a los padres y las familias, quienes tienen no solo el derecho sino la primera responsabilidad en la educación de sus hijos.
  8. No queremos promover expresiones que propendan a la histeria colectiva y/o ansiedad respondiendo a nuestros conflictos por la emoción y no la razón Expresiones, que algunas veces son insultantes y violentas, nos continúan separando y crean un ambiente hostil dentro y fuera de la Iglesia. Preferimos el respeto, el diálogo y el consenso antes que la confrontación y la marginación; si bien este consenso deseado debe forjarse en la razón clara y objetiva sobre la verdad del ser humano, como un ente holístico en el que se integran y complementan su cuerpo, su mente y su alma.
  9. Estamos llamados a promover y a apoyar la familia natural compuesta por un papá y una mamá, mientras aceptamos, amamos, protegemos y acogemos a todas las familias, que algunas veces reconocemos como irregulares, pero que también merecen nuestro apoyo, respeto y acompañamiento pastoral.
  10. Queremos expresar también nuestra preocupación porque en ocasiones la prensa y otros medios de comunicación juegan un factor importante alimentando las divisiones y confrontaciones en la población por las formas en que manejan la información: con especulaciones, malinterpretaciones, desinformación, etc. Ante esta situación, hacemos un llamado a todos para que disciernan, valoren y validen la información que recibimos a través de ellos.

Finalmente, nuestra Constitución reconoce que la dignidad del ser humano es inviolable y que todas las personas son iguales ante la ley. Sin embargo, por encima de esto, la Iglesia reconoce que “la dignidad de la persona humana está enraizada en su creación a imagen y semejanza de Dios” (Catecismo de la Iglesia Católica 1700). Por esta razón, en diferentes instancias, nuestro sumo pontífice, el Papa Francisco, ha hecho llamados a los procesos de dialogo bajo el marco del respeto y el aprecio mutuo. Este llamado y objetivo que se nos hará fácil acoger en la medida en que reconozcamos en las demás personas esa imagen y semejanza de Dios.

P. Phillip Nuñez Carrión

Vicario

(Nota: Esta versión actualiza y sustituye a la versión publicada el 13 de septiembre de 2021)

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