A todos los párrocos, administradores parroquiales, diáconos, religiosos, religiosas, y a todo el Pueblo Santo de Dios.

Estimados hermanos, adjunto el comunicado que emanó de Cáritas Puerto Rico, para la ayuda al pueblo haitiano en esta más reciente tragedia:

“Ante el terremoto de gran magnitud ocurrido en Haití, estamos unidos en oración y solidaridad con su gente, y estaremos recibiendo donativos en efectivo para ser transferidos a Cáritas Haití, de manera que ellos puedan utilizarlo en las necesidades más apremiantes que tengan para ayudar a los damnificados por este desastre. Pueden enviar su donativo por medio de nuestra página web: www.caritaspr.net a través de Pay Pal y favor de indicar que el donativo es para los damnificados por el terremoto de Haití. También pueden hacer su donativo por ATH Móvil en el renglón de donar bajo Cáritas PR. Muchas Bendiciones ”

(Este comunicado vino con varias fotografías anejas, que muestran cómo, desde ya, Cáritas está ayudando a la población)

Conocemos de la generosidad de nuestro pueblo, pero también sabemos, por experiencias pasadas, que gente inescrupulosa trata de aprovecharse de estas circunstancias para su beneficio personal. También algunos de muy buena fe empiezan a almacenar bienes con la idea de enviarlos sin saber lo extremadamente difícil que resulta trasportarlos y en muchas ocasiones se pierden toneladas de ayuda sin necesidad. Es por eso por lo que les pedimos que orienten a sus feligreses a ser generosos y a utilizar el servicio de Cáritas para sus aportaciones en efectivo, que así están más ciertas de llegar a la gente que lo necesita de veras. Existen otras instituciones serias que habitualmente asisten en estas tareas, como congregaciones religiosas, algunas de las cuales tienen presencia en Haití. No se pretende con esta circular desautorizar esas iniciativas. Pero insistimos que se tenga precaución ante iniciativas personales o de instituciones poco fiables o desconocidas. En estos tiempos de internet se puede crear una página fatula muy fácilmente y sabemos que mucha gente mayor es la víctima principal de estos fraudes. Se trata de ser solidarios y al mismo tiempo precavidos para que toda la ayuda posible llegue a la mayor cantidad de gente posible, de manera trasparente y segura.

Sigamos rezando por Haití y su población tan sufrida y resiliente. En Cristo,

+ Alberto A. Figueroa Morales, Obispo Auxiliar de San Juan

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