Lavandería industrial 21 es un proyecto impulsado por el  Arzobispo de Chile, Mons. Fernando Chomalí Garib que se percató que en las parroquias y capillas de la Ciudad de Concepción habían muchos jóvenes con Síndrome Down que estaban en su casa sin nada que hacer.

El Arzobispo relató que en su infancia era tartamudo y que fue una maestra que atendía a niños con Síndrome Down la que lo ayudó. “En las mañanas iba a la escuela regular y en las tardes compartía con niños con Síndrome Down. Mientras, los chicos de la mañana me hacían bullying, los de la tarde me daban todo su amor”.

Esa fue la razón que llevó al Prelado a buscar alternativas para ofrecerles un porvenir a estos jóvenes que son marginados. De ahí surgió la idea de establecer una lavandería en la que todos los trabajadores tienen Síndrome Down.  Aclaró que  son muy responsables con su trabajo e incluso hay muchos que quisieran estar trabajando todo el día. “Esto les ha ayudado mucho, se sienten productivos, ganan su dinero y ayudan a sus familias. Incluso hay uno que hasta perdió peso porque se pasaba todo el día en la casa comiendo y ahora como está activo y trabajando ha rebajado”, comentó entre risas.

“Esta lavandería fomenta la creación de empleos para personas con discapacidades y su posible incorporación al mundo laboral en otras compañías. La sociedad tiene sed de obras hermosas y eso es lo que estamos haciendo aquí”, señaló.

De otro lado, destacó que debido a la burocracia que existe en Chile inicialmente el Ministerio del Trabajo quería que los jóvenes trabajaran de forma voluntaria porque de lo contrario perderían la pensión a la que tienen derecho. “Yo no quería eso. Quería que fueran empleados, que ganaran un sueldo. Luego de muchas conversaciones, logramos un acuerdo que permite que cobren el salario mínimo, sin afectar el dinero que reciben”, confirmó.

Recordó que 3 meses antes de que abriera la lavandería los muchachos recibieron capacitación que los ayudó a adiestrarse en el trabajo que realizarían. Asimismo, informó que ya seis de los que comenzaron en la lavandería han sido contratados por otras compañías que es lo que persigue este proyecto. “Que se inserten en el mundo laboral en otras empresas, claro está con supervisión”, indicó.

Mons. Chomalí precisó que actualmente los muchachos siguen vinculados a la escuela de la lavandería incluso los que están trabajando en otras empresas. “El grupo ha recibido muchos reconocimientos de empresas privadas, universidades, entre otras  que han resaltado la labor de la fundación sin fines de lucro”, dijo.

Exhortó a Puerto Rico a desarrollar un proyecto similar “espero regresar en algunos años para bendecir la Lavandería 21 de Puerto Rico. No les hacemos un favor a ellos, ellos nos lo hacen a nosotros”.

Entidades sin fines de lucro en Puerto Rico

La Fundación Puertorriqueña Síndrome Down y el Instituto Ponceño Síndrome Down son dos entidades sin fines de lucro con oficinas en San Juan y Ponce, respectivamente, que atienden a niños y jóvenes con esta condición.

Henry Martínez, director de la organización en San Juan precisó que entre las labores que realiza su Fundación está orientar a los padres desde el nacimiento del bebé. “Contamos con padres voluntarios que se encargan de ayudar a las familias a aceptar y enseñarles cómo trabajar con sus hijos. Además, ofrecemos terapia física, ocupacional y del habla desde los 2 meses para tener un mayor progreso”, reiteró.

Del mismo modo, anunció que cuentan con un preescolar para niños con Síndrome Down y permiten que niños que no tienen la condición participen. Igualmente, atienden adultos a los que les ofrecen programas de lectura y escritura a través de la computadora. Asimismo, informó que unos 70 jóvenes están adscritos al Programa de Vida Independiente y Empleo Sostenido.

“A los 21 años el Departamento de Educación  los deja fuera del sistema y creemos que estos  chicos tienen mucho que ofrecer. Dejarlos en las casas sin nada que hacer puede provocarle que retrocedan lo que han logrado”, mencionó Martínez.

Por su parte, Jacqueline Pagan, directora del Instituto Ponceño relató lo que pasó desde el nacimiento de su hijo Luis Miguel que llenó su vida de alegría.  Precisó que fue su hijo quien la motivó a iniciar el Instituto para ayudar a otros niños como él.

Entre los logros que han alcanzado además de orientar y ofrecerles ayudas a los niños, están la fundación de la tropa Síndrome Down # 765, que las princesas del Carnaval Ponceño en 2014 y la Reina del 2015 fueron jóvenes del instituto. Igualmente un grupo de jóvenes fue parte de la Comparsa de Vejigantes en la Ciudad Señorial, entre muchos otros.

Hace 6 meses cuentan con el coro de Campanas de colores bajo la dirección de Nahir Mercado. El grupo tocó dos melodías como parte de la clausura del primer día del Sexto Simposio de la Familia: La familia Taller de la Misericordia que se celebró el 19 y 20 de abril en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce.

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