Oficina de Prensa | Arquidiócesis de San Juan
Quisiera dar desde lo más profundo de mi corazón gracias a Dios por el anuncio de la conmutación de la sentencia a Óscar López Rivera reafirmándose así una vez más lo dicho por Jesús de que “lo imposible para el hombre (ser humano), es posible para Dios” (Lc,18-27). Manifiesto mi agradecimiento al Presidente Barack Obama por su gesto de clemencia, por haber escuchado la súplica del pueblo puertorriqueño y líderes mundiales.
A nombre de los Obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, quisiéramos dar gracias al Papa Francisco por sus intervenciones a favor de la excarcelación de Óscar López Rivera.
Mi agradecimiento y reconocimiento también al pueblo puertorriqueño por el tesón con que se unió espiritualmente en esta noble causa y que esa unidad sea presagio de unirnos respetuosamente en la diversidad.
En la noble causa de la liberación de Óscar López Rivera se unieron políticos de todos los partidos e ideologías, religiosos de distintas confesiones, puertorriqueños de aquí y de la diáspora. Cuando los puertorriqueños somos capaces de unirnos podemos lograr grandes cosas, aún aquellas que nos parecen imposibles. En Puerto Rico nunca debemos perder la esperanza; debemos siempre tener esperanza en lo que creemos y lo que queremos, aunque esa esperanza parezca a veces imposible y en otras ocasiones irracional. Esa es nuestra esperanza en Dios, una esperanza en Dios que lo puede todo, que nunca nos abandona, una esperanza que siempre nos lleva hacia adelante y nos sostiene en nuestro caminar