La orden de embargo en contra de la “Iglesia Católica Apostólica Romana de Puerto Rico” finalmente se materializó el pasado 22 de agosto. Al siguiente día, con el fin de explicar la problemática, las consecuencias del embargo y emitir una respuesta, se dieron cita: abogados, expertos y el Arzobispo Metropolitano en un espacio especial que proveyó TeleOro en una transmisión en vivo por Noticias 13, panel moderado por el periodista, José Ángel Cordero.
Son 75 familias afectadas
La Dra. Alejandra Matos del Departamento de Recursos Humanos de la Arquidiócesis de San Juan, articuló que al momento se quedaron sin cobrar a causa del embargo los empleados administrativos, contabilidad, recursos humanos, pastoral, catequesis y tribunal. En total unos 75 empleados, 75 familias que se quedan sin cobrar por el embargo porque “no tenemos los fondos para poderles pagar”. Se les notificó en un momento muy difícil durante la mañana del 23 de agosto.
Sobre la incertidumbre de incluso perder beneficios, comentó que el golpe afecta hasta el plan médico porque era otro de los beneficios patronales. Aunque destacó que hay un grupo de empleados comprometidos que se han presentado a trabajar a sabiendas de que no cobrarán, fue más allá al decir que el embargo afectó a otras dependen- cias arquidiocesanas que dejaron sin fondos.
Confusiones y definiciones
El Lcdo. Frank Zorrilla, quien representa el Fideicomiso del Plan de Pensiones, sostuvo que una vez los patronos participantesdecidieron terminar el Fideicomiso, los demandantes alegaron que la Iglesia era responsable“sindefinir qué es la Iglesia, esto es un caso típico y claro de violación a la disposición constitucional de sepa- ración de Iglesia”.
“Lo que ha hecho el Tribunal es achacarle la responsabilidad a la Arquidiócesis por cosas que son del Fideicomiso”, puntualizó. Esto al de- tallar que la Iglesia en términos jurídicos no es una, sino una Arquidiócesis, cinco Diócesis, 330 parroquias, órdenes religiosas, innumerables escuelas y organizaciones, todasellasconcapacidad y personalidad jurídica. “Lo que ha hecho el Tribunal es decir que ninguna tienecapacidadjurídica”, mencionó.
Las cuentas embargadas de la Arquidiócesis eran para pagar salarios. “Y cuando uno habla de empleados, tiene que hablar de las familias, porque un empleado es el representante de una familia. Y están afectándose 75 familias que se van a quedar sin cobrar, todo por una de- cisión errónea de una confusión entre un Fideicomiso y lo que es una Arquidiócesis y no están respetando la organización de una Iglesia”, recalcó Zorrilla. Esto al tiempo que alertó: “No
respetan la Iglesia Católica, mañana puede que no respeten la organización de otras Iglesias.
En la separación de Iglesia y Estado, no es separación entre Estado y la Iglesia Católica, sino entre todas las Iglesias y el Estado”.
Para el abogado la única parte obligada a pagar las pensiones era el Fideicomiso que radicó quiebra, pero los deman- dantes se opusieron a esta. El proceso legal se encuentra ante el Bankrupcy Appellate Panel. “Estamos tratando de buscarnegociacionescon los demandantes, pero con esta sentencia y opiniones del Tribunal Supremo (TS), ellos se sienten que van ganando los eventos, pues es muy difícil conversar. […] Este no es el primer fideicomiso plan de pensiones que tiene que ser terminado en P.R., ni en EE.UU.”.
Empleados no aportaban
El Lcdo. Jesús Rabel, también en representación del Fideicomiso, explicó que ningún empleado aportó dinero al plan, sino que todas las aportaciones económicas fueron realizadas por los patronos. “No se hacía una aportación monetaria, sino que era totalmente sufragado por los patronos participantes”. Sobre los 43 patronos sostuvo que llegó un momento en que el plan se tornó insostenible, “algo similar a lo que ocurre con el plan de gobierno de P.R., una realidad de nuestros tiempos”. Y detalló que las disposiciones del propio plan establecían que podía terminar.
Explicó que el Fideicomiso es un “ente separado y distinto de los -patronos- que aportan”. Con el cierre determinado por la mayoría de los patronos, el dinero sería distribuido entre los participantes. “Eso es lo que no se ha podido hacerprecisamentepor estos litigios, pero no solamente el Artículo 18 del Fideicomiso dispone, sino que es un principio básico de quiebra”, expresó.
Al momento del cierre era $1.7 millones con algunas deudas que inicialmente se dividirían entre los participantes y que se detuvo el proceso por las demandas; al momento hay aproximadamente $1.3 millones a causa de los litigios legales. Zorrilla expuso que los demandantes solicitaron al Tribunal un embargo de aproximadamente $642 mil y el Tribunal “todavía es la hora que nosotros no nos explicamos cómo, baja una orden de $4.7 millones no solicitada y no sustentada”. Lo que calificó como un grave error en el que los de- mandantes “se han quedado callados”.
Enredo entre lo jurídico y eclesiástico
De otro lado, el Lcdo. Pedro Busó, abogado de la Arquidiócesis Metropolitana, dijo que esta situación es sumamente complicada desde el inicio. “La demanda se presenta en contra de una entidad que se llama la ‘Santa Iglesia Católica Apostólica de la Isla de P.R. Inc.’. Se alertó a los demandantes y al Tribunal que esta mal llamada entidad no tenía ninguna afiliación con ellos. “Al día de hoy todavía en los documentos, las mociones, se hace referencia a esta entidad y ha habido verdaderamente una confusión en los escritos, en las comparecencias en relación a quién se está deman- dando”, explicó.
Subrayó que siempre se indicó que la Arquidiócesis de San Juan es una Diócesis de la Iglesia Católica que tiene una demarcación territorial específica y que el Arzobispo de San Juan tiene potestad solamente de esa demarcación específica y no fuera de ella. Sobre todo lo dicho, bajó un embargo a la mal llamada “Iglesia Católica Apostólica Romana de P.R.”. La confusión se agranda porque el TS ha opinado que “aquí no se va a crear personalidad jurídica debido a las bulas papales”. Estos documentos pontificios son los que crean las Diócesis en toda la Iglesia Universal, como el caso de las seis diócesis en P.R. Cada una de las seis de P.R., separada ha expresado que tiene personalidad jurídica aparte “separadas e independientes y que cada una tiene su potestad”. Cuestionó que P.R. es un País de ley y orden y que no se puede presentar una reclamación en contra de la Santa Sede para que pague, porque este a su vez es un estado soberano en términos políticos y tiene su debido proceso de Ley.
Iglesia no es rica…
Del mismo modo, Sandra Rodríguez de Asuntos Económicos de la Arquidiócesis de San Juan, habló sobre el golpe a las finanzas y hasta a algunas parroquias en la Arquidiócesis. “Muchas de las cuentas de las parroquias fueron afectadas, las cuentas de la catequesis, que son cuentas pequeñas, todo dinerito pequeño que ellos pudieron embargar lo hicieron así. Con todo y con eso, de los $4.7 millones no llega ni a una cuarta parte de lo que ellos están buscando. Así es que nos preocupa sobre manera que vayan incluso a otras Diócesis buscando dinero o que vayan precisamente a las parroquias”, destacó Rodríguez.
Y criticó la expresión de una mal llamada “Iglesia rica”, a lo que dijo que “no hay expresión más incierta que esa, la Iglesia no es rica, la Iglesia vive de la caridad”. Detalló que cuando los sacerdotes piden, es para pagar el agua, la luz o construcciones en la parroquia, remodelaciones, arreglos como aires acondicionados, sellado de techo, etc.
“Si tuviéramos el dinero y fuéramos tan ricos como todo el mundo alude, pues esto no estaría así. La Catedral no estaría en las condiciones en que está. La iglesia San José sí se ha podido, poco a poco, mejorando con mucho esfuerzo y falta todavía, pero son muchas parroquias las que están en condiciones difíciles que solo con los donativos de los parroquianos, los donativos de la gente buena católica es que se ha podido mejorar la condición de estas estructuras”, precisó. Adelantó que no han sacado cuenta de cuántos empleados parroquiales pudieran verse afectados a causa del embargo a parroquias en la Arqui- diócesis.
Al final, el Arzobispo de San Juan, tomó la palabra para ofrecer su mensaje. ■