“Dios me sanó de la adicción”, con esa oración resumió David de Jesús Carrasco cómo es que lleva 20 años limpio, luego de haber estado durante 23 años como adicto a las drogas y al alcohol. Actualmente, como Sub coordinador del Ministerio Agua Viva de San Lorenzo, a través de su testimonio precisó que, si él pudo salir cualquiera puede lograrlo.

Afirmó que su vida cambió en julio de 1999 cuando Paco Fuentes, del Ministerio Agua Viva de Aguas Buenas, lo invitó a participar del primer retiro para la enfermedad de adicción a las drogas y alcohol. “Yo digo que llegó un ángel a hablar conmigo. Y me quise dar esa oportunidad. Porque había ido en muchas ocasiones a doctores y a centros de rehabilitación y salía peor”, aceptó. Continuó diciendo que:
“El 29 de julio empezó el retiro, y el día 30 ocurrió algo muy grande cuando hubo la Exposición del Santísimo, en ese momento le dije al Señor: ‘Quítame esto porque ya no aguanto más. Si no me quitas esto, mañana me quito la vida, porque esto ya me tiene aborrecido. La droga me tiene derrumbado’. Desde ese día para acá estoy limpio porque le entregué a Dios mi enfermedad”.

Al hacer una retrospección sobre cómo llegó al mundo de las drogas David, recordó que cuando apenas acababa de cumplir 12 años comenzó a experimentar con la marihuana, creyendo que podía dejarla cuando quisiera. Añadió que no solo fumó marihuana, sino que siguió con la cocaína, hasta llegar al crack y todo esto lo combinaba con alcohol. “Cuando empecé a usar crack, yo dije: ‘Ya las drogas me vencieron, me derrumbaron. Ya no tengo remedio ninguno’. Había perdido la confianza de la familia y de la gente de la comunidad. Todos me llamaban tecato”, recordó.

Expresó que, si bien es cierto que la presión de grupo a veces es una influencia, ese no fue su caso. “Yo mismo decidí seguir usando la sustancia. Tenía muchos problemas en la escuela, en el núcleo familiar y cuando fumaba eso me ayudaba a que se me olvidara todo y ese era mi escape”, precisó. Así estuvo durante 23 años hasta que asimiló que la adicción a las drogas y al alcohol es una enfermedad y hasta tanto el dependiente no lo reconozca, no podrá curarse.

Destacó que, a consecuencia del consumo de drogas, intentó cuatro veces quitarse la vida. La vez que estuvo más cerca de lograrlo, fue cuando de forma premeditada estuvo consumiendo diferentes drogas por un periodo de 24 horas. “Quería ver si me podía morir poquito a poquito como decimos cuando estamos en la calle. Yo quería una muerte suavecita. Cuando salí del hospital de Chicago, el doctor me dijo que ‘de 100 pacientes que llegan por una sobredosis de droga sale uno y que ese uno era yo’”, señaló.

David aseguró que Dios tenía un propósito para él y por eso, aunque intentó muchas veces terminar con su vida nunca lo logró. Hoy a 20 años de estar limpio está convencido que el apoyo familiar es clave para los adictos. “Tengo una esposa que me apoyó demasiado, dos hijos y dos nietos que son mi vida”, puntualizó.

El próximo retiro del Ministerio de Agua Viva para adictos y familiares será del 22 al 24 de noviembre en la parroquia Sagrado Corazón en el Barrio Espino de San Lorenzo. Puede llamar al: 939-287-2990. ■

Camille Rodríguez Báez
Twitter: @CamilleRodz_EV
c.rodriguez@elvisitantepr.com

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