Tengo un niño con perlesía cerebral, y la mayor parte del tiempo encuentro gente que al conocer de la condición de mi niño me dicen: “Dios les da niños especiales a madres especiales”. Y yo me comencé a preguntar ¿qué tengo yo de especial? Mi niño tiene hambre, yo lo alimento, a su niño le da hambre usted lo alimenta; mi niño necesita un cambio de pañal pues yo lo cambio, su niño necesita un pañal usted lo cambia; mi niño llora yo lo consuelo, su niño llora usted lo consuela. Y puedo llenar veinte páginas más con cosas que hacemos en común. Sigo preguntándome ¿qué tengo yo de especial? A su niño usted lo alimenta en 15 minutos y en cambio a mí me puede tomar hasta una hora alimentar al mío; a su niño usted le cambia el pañal en 5 minutos y a mí me puede tomar hasta 15 minutos; a su niño usted lo consuela en 10 minutos y a mí me puede tomar todo el día en consolar al mío y ni siquiera saber por qué lloraba.
Olvidé mencionar que mi niño tiene un desorden del sueño y a veces está más de 48 horas sin dormir (y yo con él)… cuando al fin se duerme y yo logro dormir me pregunto: “¿qué tengo yo de especial?”.
A veces pienso que las personas consideran necesario ser amables y por eso dicen que Dios da niños especiales a madres especiales, y casi siempre que alguien me lo dice me quedo pasmada y no sé qué decir y he llegado a la conclusión de que Dios sí da niños especiales a madres especiales, pero no seríamos especiales sin ellos. Para cada madre su niño es especial y para cada niño su madre es especial. Para cada niño especial debe haber una madre dispuesta a darle 10 minutos más, 1 hora más, 48 horas más…
Dios nos envía a estas personas ya sean familiares, amigos, incluso desconocidos que nos recuerdan la hermosa labor de amor que realizamos por nuestros niños. Es como si cada vez que te lo dicen fuese un reconocimiento por no rendirte, por seguir adelante por ese niño, por luchar cada día. Es una medalla en tu honor, así que madres vamos a sentirnos orgullosas porque Dios sí da niños especiales a madres especiales y nos escogió a ti y a mí para cuidar un angelito especial.
Glenda Liz Padilla Ortiz
Parroquia Cristo Rey
Arecibo