Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2016, el Seminario Regina Cleri de Ponce abrió sus puertas al pueblo de Dios por la Vigilia de Oración por las Vocaciones bajo el lema: “La Misericordia del Padre… fuente y origen de la vocación sacerdotal”. Comenzó el 15 de abril a las 8 p. m. con la Eucaristía presidida por Padre Obispo Rubén A. González Medina, cmf, Obispo de Ponce, y concluyó el 16 de abril con la Santa Misa a las 7 a. m.
La Vigilia contó con la participación de cada una de las parroquias de la Diócesis, de sacerdotes, seminaristas, religiosas y religiosos. Centrado en la alegría pascual y la oración por las vocaciones, Padre Obispo inició su homilía entre estribillos cantados y catequesis. Utilizando el ejemplo de San Pablo, explicó que el llamado a la misión en el tema vocacional se trata de dar “mi” “si” para tener “acción” y resaltó la importancia del encuentro personal con Cristo y de una Iglesia en salida con discípulos misioneros.
“Quien tiene un encuentro personal con el Resucitado se transforma, abre los ojos. […] El cristiano, el que tiene esa experiencia personal con Jesús, ve el cielo abierto y está llamado a abrirle el cielo a los demás. ¿Cómo lo hago? Dando un sí”, dijo Padre Obispo.
Culminada la Misa, el Obispo inició la oración y plegaria por las vocaciones frente al Santísimo acompañado por el pueblo para que Dios envíe obreros. El primer turno de oración le tocó a las parroquias de Guayama mientras por las afueras de la Capilla llegaban delegaciones de otros pueblos. La oración frente al Santo Sacramento fue acompañada de cánticos, rezos y reflexión.
Mons. Elías Morales, Rector del Seminario que cuenta actualmente con 17 seminaristas, llamó la atención de los presentes hacia las canastas a los lados del Santísimo que contenían los nombres de los sacerdotes que laboran en la Diócesis de Ponce y los seminaristas que viven en la casa de formación.
“La idea, el signo, es que cada uno de ustedes pueda tomar cada uno de estos nombres y orar. Pero también que nos animemos y comprometamos a vivir en misión, como nos ha invitado nuestro Padre Rubén en la homilía, a orar todo el año por las vocaciones”, dijo Monseñor Elías a los presentes.
Asimismo, en un aparte Padre Julio Rolón Torres, director espiritual del Seminario, puntualizó que la importancia de esta noche es la Iglesia de rodillas, dirigida por el obispo, que invoca y solicita vocaciones a Dios.
“Siempre que llega esta noche la espero con mucha ilusión porque cuando el Señor ha pedido que recemos por los operarios de la mies, la Iglesia ha sido convocada aquí en el Seminario y vemos cómo la comunidad cristiana de la Diócesis de Ponce se desborda en esa oración”, dijo Padre Julio.
Comparó la noche con el peregrinar de los israelitas a Jerusalén y cantaban “Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor”. Por eso, en la noche, el seminario se convierte en la Casa del Señor donde cumplimos con una obligación, orar para que el Señor envíe los operarios.
A los jóvenes que han sentido la inquietud o pudieran plantearse un llamado, dirigió las siguientes palabras: “Oro por ti, joven que me escuchas y que quizás tienes esta inquietud vocacional. Quizás Dios te está llamando, escúchalo”.