La gran mayoría de los cuidadores de adultos mayores en Puerto Rico descuidaron totalmente su salud por estar ocupados al cuidado de sus familiares. Ese es solo uno de los hallazgos del estudio que hace poco más de 1 año está realizando la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), Recinto de Ponce. Esto con el fin de conocer el perfil del adulto mayor.

Según el Dr. Ángel Muñoz Alicea, psicólogo clínico y coordinador de la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores de la PUCPR, como parte del estudio en el que aún trabajan, entrevistaron a más de 300 cuidadores en 45 municipios de Puerto Rico, entre los datos confirmados está el hecho de que la mayoría de los cuidadores son mujeres mayores de 50 años.

Asimismo, informó que de las entrevistas se desprende que “los cuidadores postergan atender sus propias condiciones de salud que ya tenían previo a convertirse en cuidadores informales. Encontramos muchos casos de diabetes e hipertensión sin atender. Les compartimos sugerencias y recalcamos que es importante que estén al pendiente de su salud, porque si no están bien no podrán cuidar a otros”, señaló. Del mismo modo, enfatizó que hay otro grupo de cuidadores que no solo cuidan al adulto mayor si no que también cumplen con una jornada laboral de 8 horas y en la tarde se hacen cargo de su familiar.

A su vez, el Psicólogo clínico afirmó que el llamado burn out o quemazón del cuidador puede llevarlo a cometer maltrato, mayormente por negligencia. “De las experiencias que hemos podido recopilar de los grupos de apoyo se desprende que el adulto mayor llama para que se le cambie el pañal, o porque quiere agua, o necesita que lo volteen en el caso de los que están encamados. Entonces los cuidadores los ignoran porque están cansados, porque no durmieron bien. Comienza esa dejadez en el cuidado que puede convertirse en maltrato por negligencia”, precisó.

Sobre el sentimiento de culpa que sienten algunos cuidadores por llevar a ese adulto mayor a un hogar para que los atiendan, el Coordinador de la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores explicó que para la generación de los baby boomers ese sentimiento de culpa es mayor porque ellos vieron cómo sus padres cuidaron de sus abuelos. “Ellos (baby boomers) se sienten obligados a cuidarlos, aún cuando tienen sus propias condiciones de salud. Mientras, la generación que vino después, no tiene ese sentimiento de culpa porque para ellos un hogar de cuido es una alternativa viable”, reconoció.

Relacionado a la problemática que enfrentan miles de adultos mayores que se han quedado solos a raíz de que sus familias emigraron del País, el Dr. Muñoz Alicea lamentó que ahora muchas ayudas del gobierno hay que solicitarlas a través de la Internet. “Muchos envejecientes no tienen conocimiento de cómo usar la Internet y no cuentan con ningún familiar que pueda ayudarlos. Tenemos viejitos con necesidades que están solos, desprovistos de ese apoyo emocional que a veces es más necesario que la ayuda material”, reiteró.

Por otro lado, detalló que el cuarto ciclo en la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores de la PUCPR comenzará en septiembre y que el mismo es libre de costo. “Nuestros cursos van dirigidos a los cuidadores informales, aquellos que no reciben paga por cuidar. Para que desarrollen un conocimiento básico en las diferentes áreas que implica el cuidado. Desde la nutrición, manejo de medicamentos, manejo en el hogar, los derechos del que cuida, del que es cuidado y el aspecto financiero, entre otros”, describió.

A modo de conclusión, el Experto en conducta humana anticipó que esperan que para finales de agosto o principios de septiembre se presenten los hallazgos del estudio que revelará datos precisos sobre las características y los retos a los que se enfrentan los cuidadores informales en Puerto Rico.

Camille Rodríguez Báez
Twitter: @CamilleRodz_EV
c.rodriguez@elvisitantepr.com

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