Bajo el lema Mi familia y yo serviremos al Señor (Jos 24, 15), la Diócesis de Arecibo concluyó el caminar de 1 año dedicado a profundizar en la iglesia doméstica: la familia. Padre Víctor Rojas, delegado diocesano de la Pastoral Familiar de la Diócesis de Arecibo, hizo un recuento de las labores, las actividades, proyectos y hasta cambios realizados en el Año de la Familia.
El Año se encuentra dentro y cierra el quinquenio del Camino Pastoral Diocesano 2012-17. Se dedicó 1 año a la Fe (2012-13), a la Oración (2013-14), a la Eucaristía (2014-15), al Jubileo Extraordinario de la Misericordia (2015-16) y a la Familia (2016-17). “El Año de la Familia está enmarcado en lo que fue el primer Congreso Latinoamericano de Pastoral Familiar en Panamá (del 4 al 9 de agosto de 2014). Estuvimos allí y se utilizaron los mismos elementos básicos para el Año. Con esto acompañamos distintas actividades”, articuló P. Rojas.
En el Plan de Pastoral Familiar de la Diócesis se detallan nueve objetivos para trabajar las distintas acciones de manera concreta. Con la metodología ver, juzgar y actuar, se utilizaron una serie de criterios para lograr las labores como la evangelización integral, utilizar un vocabulario comprensible para todos, la oración constante y el acercamiento para la escucha, dialogar y motivar, la formación y el trabajo.
Itinerario para promover la familia
Se organizó un calendario con una serie de propuestas y actividades para las parroquias y las familias. Entre ellas la campaña misionera por tiempo litúrgico de Adviento, Cuaresma y Pascua; la oración por los hogares con visitas a distintos sectores por la Diócesis; volantes y literatura para leer en familia; la oración mensual que se realiza en las parroquias y que se publica en boletines parroquiales y en El Visitante; 8 horas santas de adoración eucarística por el matrimonio y la familia; y ocho Asambleas Familiares de oración. Es importante mencionar que un documento clave que ha delineado cada actividad es la Exhortación apostólica post-sinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia (La alegría del amor). Y con la publicación impresa de la guía del Plan Pastoral 2017; documento que detalla los puntos esenciales, contiene información específica y funciona como instrumento de trabajo.
“Durante las ocho Asambleas Familiares de oración se visitaron hogares y se invitó a orar en familia. Fue una aplicación de la lectura orante de la Biblia, la Lectio Divina. Se prepararon los materiales en torno al tema familiar a fin de que los laicos en los sectores (10 a 20 familias) trataran el tema. Se explicó el método para que cada persona compartiera la lectura en la línea de la acción pastoral familiar. Esto incluyó la bendición del hogar y la familia”, especificó.
Por otro lado, se inició un curso sabatino de diplomas diocesanos para agentes de pastoral familiar. Un proyecto de 3 años: el primer año se otorga un diploma básico; el segundo se profundiza en un tema de planeación y pastoral familiar con investigación; y una especialización en una materia de pastoral familiar. El proyecto que inició se suspendió por las consecuencias del huracán. Esto a pesar de que iniciaron 232 estudiantes con una mayoría de las parroquias representadas. Y se realizaron cuatro talleres durante el Año por vicaría zonal (Arecibo, Camuy, Vega Baja y Montaña). En estos talleres se buscó formar y preparar matrimonios civiles o parejas que conviven para acercarlos al Sacramento matrimonial.
Mientras tanto, las ofertas usuales de talleres de divorciados vueltos a casar, retiros matrimoniales y pre matrimoniales se han organizado por movimientos en un calendario publicado con regularidad para impactar a la mayor cantidad de parejas. “Tenemos organizados retiros pre matrimoniales en siete centros de la Diócesis con 33 horas contacto con laicos preparados en 3 días de retiro y seis visitas a matrimonios acogedores, matrimonios capacitados que dialogan con los jóvenes que recibirán el Sacramento”, detalló.
Cabe destacar que el matrimonio y la familia son pastoral transversal, según explicó aludiendo al Documento conclusivo de Aparecida. “Toda acción pastoral de la Iglesia es acción pastoral por el matrimonio y la familia. Por lo que no puede haber pastoral o catequesis sin matrimonio ni familia”, indicó.
Cambios por huracán
Padre Víctor mencionó que el Año de la Familia tuvo cambios de calendario por los huracanes Irma y María. De hecho, se había proyectado una clausura. “El Obispo había organizado la clausura para el 18 de noviembre, pero se suspendió por el huracán”. Por otro lado, la pastoral se ha visto transformada por el tiempo de solidaridad, acompañamiento y asistencia a los damnificados. Sostuvo que en la Diócesis han surgido proyectos para ayudar a los afectados sin perder la dimensión espiritual. Sobre los que emigran, detalló que “hay algunos que buscan ayuda, aunque cuando vienen ya tienen la firme determinación de irse”.
Para finalizar, Padre Víctor explicó que: “Hay que darle crédito a nuestro pastor Mons. Daniel Fernández quien ha peleado por los derechos de la educación y contra la ideología de género. Él está muy presente. Sus visitas a cada zona y participación de cada encuentro han sido clave para el éxito de los trabajos realizados y en la defensa del matrimonio y la familia”, concluyó.