El pasado 16 de septiembre, cientos se dieron cita a la que ha sido considerada una de las obras más importantes de la arquitectura religiosa en Puerto Rico, la iglesia parroquial San Blas de Illesca, para celebrar en una solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo de San Juan Moñs. Roberto González Nieves, 400 años de su fundación en la “Ciudad de las aguas termales”, Coamo.
Con el tema del Año Jubilar de la Misericordia Misericordiosos como el Padre comenzó la Santa Misa a la que también asistieron el Obispo de Ponce, Padre Rubén González Medina, el Obispo Emérito de dicha ciudad Moñs. Félix Lázaro Martínez y el Obispo de la Diócesis de El Yunque, Moñs. Eusebio Ramos Morales junto a un nutrido grupo de sacerdotes de todas las diócesis de la Isla.
En su homilía Moñs. Roberto González Nieves comenzó por explicar las lecturas de la celebración “esas palabras del profeta nos llevan a pensar en las palabras de Jesús cuando dijo: ‘El que tenga sed venga a mi’. ¿Acaso con esta parroquia de San Blas cuatro veces centenaria no ha sucedido lo mismo? Cada Bautismo, cada Eucaristía, cada Confirmación son como ríos de agua viva que dan vida en Cristo Jesús”.
“Coamo no solo ha sido bendecido con sus únicas aguas termales, si no que ha sido bendecido con aguas vivas de Cristo que fluyen de esta parroquia a esta comunidad eclesial para que quien las beba jamás tenga sed” añadió González Nieves en su homilía a los fieles que atentos escuchaban su mensaje.
El Arzobispo hizo un llamado a los coameños a ser misioneros: “Las parroquias están llamadas a misionar, a misericordiar, como ha dicho el Papa Francisco”.
Antes de finalizar la Santa Misa Padre Diego Rodríguez Martinó, párroco de esta iglesia, agradeció a los presentes su asistencia, así como al comité organizador de estos 400 años de fundación e invitó a los presentes a ser parte de una gala de celebración posterior a la Celebración Eucarística.
Concluida la solemne misa, cientos de fieles junto a los Obispos, sacerdotes y seminaristas del Seminario Mayor Regina Cleri de Ponce, degustaron de una exquisita cena en un ambiente de música y confraternización en el Centro de Convenciones de Coamo al que también asistió el alcalde de esta ciudad Juan Carlos García Padilla.
El Obispo Padre Rubén González Medina envió un saludo cariñoso a todos los coameños que celebran 400 años de fe, de vida de servicio y les animó a seguir el proyecto del Papa Francisco de ser Iglesia en salida, Iglesia misionera que transmita esperanza y obra con misericordia.
La iglesia San Blas está separada de la plaza abierta por una serie de pasos ceremoniales y una balaustrada de hierro fundido. La fachada delicadamente curvada y barroca refleja una importante reconstrucción que es una de las más antiguas de la Isla.
(Glid López)