En una atmósfera de fiesta, fraternidad y oración, representantes de 33 parroquias de la Diócesis de Caguas, se reunieron el pasado lunes, 5 de septiembre, en la Cancha Pito Carrasquillo de Juncos para evaluar y celebrar los frutos del Jubileo Extraordinario de la Misericordia y recibir las indicaciones de acción pastoral para el próximo año.

Luego de la oración inicial, sacerdotes, religiosas, jóvenes y adultos agrupados por las cuatro zonas de la Diócesis, reflexionaron de forma individual, en un profundo silencio, lo que han vivido en el Año de la Misericordia y después lo compartieron en pequeñas comunidades.

Algunos de los aspectos reflexionados fueron: la apertura y las peregrinaciones a las Puertas Santas, la práctica de las obras de misericordia corporales y espirituales, la experiencia cuaresmal y del sacramento de la Reconciliación, y las iniciativas dirigidas a vivir la misericordia frente a las más dramáticas periferias existenciales.

Dos miembros de cada zona expusieron en pleno las resonancias del diálogo comunitario y, acto seguido, en un gesto de gratitud y de ofrenda acompañado del himno de este Año de la Misericordia, todos los presentes depositaron en unas canastas las tarjetas donde habían escrito sus esfuerzos y vivencias del Jubileo.

Pero, meditar lo que ha sido este año, lejos de paralizar la acción evangelizadora de la Iglesia, impulsa, más bien, a mirar con esperanza hacia el futuro y continuar respondiendo eficazmente a la realidad actual.

Es por eso que, en un segundo momento crucial de este encuentro, se develó el lema y el logo del año que iniciará a partir del próximo 27 de noviembre: “¡Ánimo, contempla a Jesús, no tengas miedo!”.

Según señaló el vicario de Pastoral de la Diócesis, Padre Jorge Cardona, la indicación para el próximo año es la contemplación “como valor, como actitud pastoral y como experiencia espiritual”.
Como valor, destacó que “la contemplación es mirar atentamente para reconocer el tesoro que hay en los demás”; como acción pastoral, “lo que ayuda a discernir los procesos, las etapas y los pasos que hay que dar, según lo que el Espíritu Santo pide a la Iglesia para llegar a las periferias y responder a los desafíos”, y como experiencia espiritual, “contemplar es tener la mirada fija en Jesús desde la oración y el modo de vivir en la fe y la caridad”.

Para profundizar en la línea de la contemplación y repasar el pasaje del Evangelio del que parte toda la pedagogía del lema, los participantes tuvieron un momento para la Lectio Divina comunitaria del relato en el que Pedro camina sobre las aguas al encuentro del Maestro y, al dejar de mirarle, siente miedo por los azotes del viento y se hunde.

Justamente, el viento fuerte azotó con la lluvia cuando se terminó de leer el Evangelio, pero sonó con gran entusiasmo el grito de más de 400 agentes de pastoral que repetían a una voz: “¡Ánimo, contempla a Jesús, no tengas miedo!”.

De esta forma, con renovado impulso misionero, atraídos por la misericordia, esta porción del pueblo de Dios se prepara a vivir la contemplación porque tal como indicó, también, el administrador diocesano, P. Antonio Cartagena, aún con sede vacante, el encuentro fue “signo de que nuestra Diócesis está viva y de que sigue, con mucho ánimo participando de la experiencia pastoral”.

(Vanessa Rolón Nieves)

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