Centrado en el llamado a la conversión y oración que caracteriza el tiempo cuaresmal, Mons. Luis Miranda, Obispo de la Diócesis de El Yunque, publicó su mensaje para el pueblo de Dios que peregrina en el oriente de Puerto Rico. Su mensaje fue centrado en las palabras del Papa Francisco que enfatizó en las virtudes teologales -fe, esperanza y caridad- y en la llamada a la conversión y oración. “En esta primera Cuaresma como pastor de esta Diócesis de Fajardo-Humacao quiero compartir con todos ustedes el mensaje que nos regaló el Papa Francisco para la Cuaresma 2021. El Papa nos recuerda que este tiempo litúrgico es tiempo de conversión, renovando nuestra fe, saciando nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas de Dios”, sostuvo Mons. Miranda.
Aquí el mensaje íntegro:
S.E.R. Mons. Luis F. Miranda Rivera, O. Carm.
Obispo de la Diócesis de Fajardo-Humacao
15 de febrero de 2021
Mensaje de Cuaresma 2021 para la Diócesis de Fajardo-Humacao
Queridísimos Hermanos:
El Santo Padre, el Papa Francisco, ha publicado su mensaje para la Cuaresma 2021 con el título: “Mirad, estamos subiendo a Jerusalén… (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad.”
En esta primera Cuaresma como pastor de esta Diócesis de Fajardo-Humacao quiero compartir con todos ustedes el mensaje que nos regaló el Papa Francisco para la Cuaresma 2021. El Papa nos recuerda que este tiempo litúrgico es tiempo de conversión, renovando nuestra fe, saciando nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas de Dios.
Las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) son el centro del mensaje del Santo Padre, quien nos invita también a hacer vida las condiciones propuestas por Jesús hace más de dos mil años: el ayuno, oración y limosna. En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa, ante todo, dejarse alcanzar por la Palabra de Dios que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad es Cristo, que se hizo Camino – exigente – pero abierto a todos. La Cuaresma es un tiempo para crecer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle poner su morada en nosotros. Ayunar, significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros, pobre de todo, lleno de gracia y de verdad: el Hijo de Dios Salvador.
Esperanza: Es como el “agua viva” que nos invita a seguir nuestro camino. En la Cuaresma estemos más atentos a decir palabras de aliento, esperanza y consuelo, en lugar de palabras humillantes y despreciativas. En la oración, agrega el Santo Padre, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior para iluminar nuestro camino.
Caridad: Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. Ante esta situación de pandemia, el Santo Padre nos invita a no tener miedo y a confiar en el Señor. Nos exhorta a pronunciar palabras de confianza, para que nuestro hermano sienta que Dios lo ama como un hijo. “La caridad es don que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario.” El Papa nos invita a compartir con amor lo poco que tenemos, como hizo la viuda de Sarepta que compartió lo único que tenía, su pan, con el Profeta Elías; y con los panes que Jesús bendijo, partió y dio a los discípulos para que los distribuyeran entre la gente. Así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez.
Por último el Santo Padre nos invita a vivir esta Cuaresma 2021 como un camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar, personal y comunitariamente las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad.
Vivamos todos una Cuaresma de CONVERSIÓN y ORACIÓN que nos lleve al encuentro con el Resucitado en la Pascua.¡Dios les bendiga y que, luego de una Santa Cuaresma, podamos celebrar una Gloriosa Pascua de Resurrección!