El pasado viernes, 4 de agosto a las 7:00 p. m. en la Catedral San Felipe Apóstol de Arecibo, por la imposición de manos y oración consecratoria de Mons. Daniel Fernández Torres, Obispo, el diácono Héctor Iván Flores González recibió el orden sacerdotal, y los seminaristas Josué Efraín Colón Claudio y Diego Francisco de la Texera Rojas fueron ordenados diáconos transitorios.
Hasta allí llegaron familiares, amigos, feligreses de parroquias en las que los ordenados han tenido experiencias pastorales, así como religiosas, sacerdotes y, además, destacó la presencia del Obispo Emérito de la Diócesis de Caguas, Mons. Enrique Hernández Rivera.
En entrevista previa a la ordenación sacerdotal y diaconal, Mons. Daniel Fernández recalcó que los tiempos exigen del sacerdote una santidad auténtica: “Queremos sacerdotes santos, y es bonito que se celebre la ordenación hoy, día de San Juan María Vianney, el santo cura de Ars, porque eso es lo que queremos: sacerdotes santos”.
Asimismo, dijo que es importante la coherencia de vida que “siempre habla a todo el mundo, creyente o no creyente”, y que los sacerdotes deben ejercitarse en la virtud de la humildad porque “somos servidores del pueblo de Dios y no debemos dejarnos dominar por ninguna gloria humana, sino ser humildes y saber que hemos recibido el ministerio sin ningún mérito de nuestra parte, por gracia de Dios, y que lo que gratis hemos recibido, gratis tenemos que darlo”.
Además del momento solemne que constituye el rito de ordenación, los recién ordenados, en un gesto filial y emotivo, hicieron una ofrenda de flores a la Santísima Virgen María, mientras la coral diocesana entonaba el Ave María.
Antes de la bendición final, el ahora Padre Héctor Flores, se dirigió a todos los presentes, también en nombre de los nuevos diáconos, para reconocer y agradecer el apoyo y el compromiso de todos los que les han acompañado en este camino vocacional.
Aprovechó para dirigirse a los jóvenes y exhortarles a darse la oportunidad de participar de retiros y talleres vocacionales para discernir el plan de Dios para su vida, y concluyó pidiendo que “recen por nosotros para que Dios nos dirija en nuestro caminar y podamos santificarnos en nuestras labores ministeriales para, verdaderamente, llegar a ser santos y servir con alegría nuestro pueblo”.
Finalmente, Mons. Fernández presentó dos nuevos seminaristas: Kenny Yadiel Ortiz Oquendo y Kevin López Alicea, quienes completan el grupo de ocho jóvenes que se están formando en el Seminario San José, en Pamplona, España.
(Vanessa Rolón Nieves)