El 1 de abril de 1986 el obispo de la Diócesis de Caguas, Monseñor Enrique Hernández Rivera fundó la Parroquia Sagrado Corazón y los Doce Apóstoles en el barrio Espino de San Lorenzo que incluye geográficamente los barrios de Quebrada Arenas, Cayaguás, Quebrada Honda y Espino.
Su primer párroco lo fue Padre Jorge Rosario Del Valle, hijo natural de este barrio, que en paz descanse. El 18 de octubre de 1987 se reinauguró la capilla existente luego de reconstruirla; la casa parroquial, salones de catequesis, salón parroquial y la actual Casa de Retiros.
La parroquia se compone de seis capillas y un centro: María Madre de la Iglesia, San Francisco de Asís, San José, Santa Rosa de Lima, San Pedro Apóstol, Santa Teresita del Niño Jesús, el Centro Beato Carlos Manuel Rodríguez y el Templo Parroquial. Además cuenta con la Ermita Nuestra Señora del Rosario, la cual fue la primera capilla que tuvo la comunidad en el 1939.
La parroquia en estos 30 años ha tenido tres párrocos y un diácono: Padre Jorge Rosario, Padre Luis A. Rivera, diácono Efraín Del Valle y, actualmente, Padre Boris Espinoza Pérez quien colabora en el Proyecto del Plan Diocesano de Pastoral dándole continuidad a las Pequeñas comunidades y diferentes pastorales organizadas (Catequesis, Liturgia, Jóvenes, Familia, Ministerios de música) con los movimientos (Juan XXIII, Cursillistas, Renovación Carismática).
Además, están organizadas la Espiritualidad del Apostolado de la Cruz, La Legión de María, la Adoración Eucarística Perpetua, los siete días de la semana las 24 horas (que en octubre celebra sus 12 años unida a la devoción a la Divina Misericordia).
En la Pastoral Social está el grupo de los Vicentinos, que atienden a personas con diferentes necesidades. También está el Ministerio Agua Viva, grupo que realiza seminarios Nueva Vida para personas con problemas de adicción de alcohol y drogas. Además, los servicios de oficina parroquial que ofrece el párroco P. Boris, el Consejo de Pastoral Parroquial y el Consejo de Asuntos Económicos.
La parroquia está estructurada en 10 zonas, cada una de estas sectorizadas, las cuales cuentan con un equipo zonal que es participativo en las liturgias de cada fin de semana. En actividades parroquiales todas las zonas asisten al templo parroquial. La sectorización en el Proyecto diocesano de Pastoral ha sido de bendición ya que en las pequeñas comunidades las familias entran en una participación de más comunión con la lectura de la Palabra (Lectio Divina), en la que se lee, medita, ora y se comparte la comunidad de mesa.
Para fortalecer la fe y la cultura celebramos diferentes tradiciones y costumbres que enriquecen nuestra espiritualidad comunitaria. Entre ellas, las Fiestas de Cruz que celebramos en el mes de mayo en unión a la cruz y el rezo del Santo Rosario, porque es una parroquia totalmente mariana. Y es que desde sus orígenes siempre la intercesión, veneración y devoción a la Madre de Dios en sus diferentes advocaciones están latentes en el corazón de las raíces de cada familia. También tenemos otras celebraciones de gran importancia para todos como lo son: la fiesta de Reyes; la Semana de la Puertorriqueñidad con la fiesta de nuestra Patrona Nuestra Señora de la Divina Providencia; la Misa Jíbara con Trovadores; las Dianas de Resurrección en Pascua; el Baile del amor y la amistad de la Pastoral Familiar; la fiesta de Madres y Padres; y las trullas por sectores en Navidad. Damos gracias a Dios por nuestra parroquia y le pedimos que continúe derramando sobre ella grandes y abundantes bendiciones.
(P. Boris Espinoza Pérez / Párroco)