Resurgirá. A casi dos años del terremoto que golpeó particularmente al litoral suroeste de Borinquen y cuya icono más representativo fue el templo parroquial de la Inmaculada Concepción de Guayanilla en estado ruinoso, el semanario católico visitó el pueblo a las orillas del Mar Caribe para conocer el Proyecto de reedificación Inmaculada Resurge y saber qué exactamente ocurrirá en la iglesia.
P. Melvin Díaz Aponte, párroco del pueblo que solo cuenta con una parroquia, explicó que tan pronto aconteció el 7 de enero de 2020, día doloroso para toda la región suroeste y que destruyó hogares y gran parte del templo, se dieron a la tarea de continuar la actividad pastoral en un templo bajo carpas ubicado en el tramo de la Calle P. Napoleón Fruscoloni entre los edificios del Colegio parroquial, justo al lado de la iglesia.
Comienza construcción de templo temporero
A la interrogante ¿qué pasará ahora?, contestó: “Hemos identificado este espacio de la cancha del Colegio -Inmaculada Concepción- como un espacio seguro para edificar un templo temporero y poder realizar nuestra actividad. Luego este espacio, luego de tener el templo definitivo, se quedaría como un salón parroquial y para el colegio”. Esta estructura cotizada en casi $40 mil servirá para movilizar al pueblo guayanillense de las carpas a un lugar provisional, mientras se trabaja en el proceso de reedificación. Esto lo comentó al mostrar las columnas de gran proporción y profundidad en proceso de construcción que están preparadas no solo para sostener un techo, sino para resistir un embate sísmico. Gracias a la generosidad recibida, han podido adquirir los materiales para edificar este templo “cuanto antes posible”.
Por otro lado, sobre la reedificación del templo nuevo indicó Padre Melvin se debe tener en cuenta el informe emitido por el Instituto de Cultura por ser parte del catálogo de edificaciones históricas.
Aunque el ojo público describiría el templo como una ruina sin paredes ni techos laterales y con columnas, fachada y cúpula agrietada sin posibilidad de preservación, el presbítero de la Diócesis de Ponce indicó: “El informe sostiene que fue un colapso parcial, lo suficientemente para no utilizarlo y está comprometido. Significa que hay elementos importantes que deben ser preservados y otros elementos suficientemente comprometidos para ser demolidos”.
Paso a paso
El primer paso del proyecto de reedificación es una serie de estudios de suelo, topografía, entre otros. Además, planos de demolición y de diseño de apuntalamiento de las arcadas interiores y de la cúpula. Sobre este proceso, especificó Padre Melvin que los estudios ya se realizaron y se encuentran a la espera de los planos.
Sobre el apuntalamiento, se puede entender que se colocarán puntales verticales en varios puntos de cada arco interior para dar más estabilidad. Claro, con el fin de que “se pueda preservar la estructura histórica” y con la expectativa de “llevarla a su estado original y sismo-resistente”. Este proyecto se encuentra bajo la acción y reloj de FEMA, por el carácter de edificación histórica.
Luego, procederá la segunda fase que consiste en la implementación del apuntalamiento y la demolición de la fachada y los laterales. Como un tercer paso, será el diseño de la nueva estructura. Y finalmente -cuarto paso- la construcción del nuevo templo sobre lo preservado.
“Una iglesia más allá del templo”
Padre Melvin expresó de este proceso le ha marcado acompañar a la comunidad en esos tiempos de dificultad. “Acompañar a una comunidad que sufre, eso impresiona mucho. Impresiona la resiliencia de nuestra gente, es decir, la capacidad de nuestra gente que en medio de situaciones adversas puede relanzarse con nuevo entusiasmo con deseos de recomenzar con ilusión y esperanza. Eso me ha edificado como sacerdote, ha sido una escuela de casi dos años”. Lo sorpresivo, añadió fue encontrarse después en “peregrinación preciosa y alegre con el pueblo” en búsqueda de lugares al aire libre por el tiempo del COVID-19 para celebrar la fe.
Por eso, dijo que la iglesia “va más allá del templo, somos los bautizados piedras vivas de la edificación de Dios que es la iglesia más allá de cuatro paredes”. Y ha sido una ocasión para recordar esta gran verdad, que con la reedificación material trabajarán por la reedificación del templo espiritual. “En la medida que nos renovemos como piedras vivas y retomemos la vivencia de la vida cristiana con mayor deseo de santidad, en esa medidas sacaremos adelante nuestro templo con entusiasmo para anunciar el amor de Dios”, insistió el sacerdote.
Gratitud a los bienhechores
El camino es largo y requerirá de esfuerzo y recursos. Lo cierto es que varias diócesis y parroquias de Puerto Rico y EE.UU., organizaciones y personas de buena voluntad se solidarizaron con la comunidad desde el primer día. Con estos fondos, se impulsó el Proyecto de reedificación Inmaculada Resurge para cubrir las cuantías necesarias en cada paso y continuar con recaudos para los siguientes etapas. Este proyecto comprende: el templo temporero y las fases de la reedificación. Lo evidente es que las autoridades gubernamentales no cubrirán con la totalidad de los gastos.
“Ahora, cuando tenemos que usar esos recursos es cuando se despierta más esa gratitud. Ahora es que se agradece la bondad de tanta gente. Ahora se hace más llevadero el poder sacar adelante. Me despierta una inmensa gratitud a todos los que han ayudado”, articuló Padre Melvin. En la medida de que algunos puedan continuar con esa colaboración, serán bienvenidos.
Concluyó: “Sí, pasarán unos años. Pero, continuamos al paso de Dios y al paso de las agencias del gobierno concernientes. Mientras tanto, hacemos lo importante: predicar el Evangelio y buscamos acercar a las personas a los medios de salvación. Seguimos adelante con ánimo y alegría”.
Para los que quieran unirse al Proyecto de reedificación Inmaculada Resurge mediante un donativo, pueden comunicarse a través de la página oficial de facebook de la Parrquia Inmaculada Concepción de Guayanilla o al 787-835-3035.
Enrique I. López López