¿Alguna vez imaginó que viviría en una era tecnológica con avances sin precedentes? Lo cierto es que aunque no cabe duda de que “el futuro es hoy” y que la información está al alcance de un botón, con estos adelantos también llega el riesgo de padecer serios problemas de salud. En algunos casos de forma permanente.
Un fenómeno cada vez más común y en crecimiento es el uso excesivo del celular, sin dejar atrás el auge por las tabletas y otros aparatos electrónicos portátiles.
Por esta razón se desarrolló el término médico text neck (cuello de texto), que deriva del daño cervical y a la columna vertebral en general provocado por la postura al textear. Entiéndase por tener la cabeza inclinada hacia adelante mirando hacia abajo por largos lapsos de tiempo.
Para la Dra. Helen Kallis, presidenta de Natural Health Chiropractic, los dos factores principales para desarrollar esta condición son la postura errónea y el tiempo prolongado.
Según indicó, las áreas del cuerpo que más se afectan son el cuello, el trapecio, las manos y la espalda baja. Asimismo, la persona se vuelve sedentaria, ya que pasa más tiempo sentada o inactiva.
“En cuanto a síntomas obvios surgen dolores de cuello, del trapecio y de cabeza. En cuanto a las manos puede dar dolor en los pulgares, en las muñecas y en los antebrazos”, explicó.
Además, precisó que se puede desarrollar artritis degenerativa que resulta en dolor, inmovilidad, restricciones, adormecimiento de manos y dolor de cabeza por igual.
Al usar el celular sugirió que: “Lo primero es entender qué es una buena postura, levantar las manos al nivel de los ojos donde puedas pegar la espalda y los hombros al espaldar de la silla. Si va a estar un tiempo prolongado debe levantarse, estirarse y respirar profundo o mover el cuello en movimientos opuestos al que estaba, cada 7 a 10 minutos o que no pasen de 20”.
Cabe destacar que ya se han desarrollado aplicaciones para móviles que alertan cuando la posición del celular está correcta o no.
Por último, advirtió que actualmente la mayor preocupación es con los niños, “porque están entrando en un proceso degenerativo mucho más avanzado a corta y temprana edad”.