(Segundo de varios artículos sobre Justicia Restaurativa)

Toda persona tiene dignidad y humanizar, supone reconocer esa dignidad de cada ser humano. Así lo dejó claro P. Oscar Granados del Valle, director de Comisión Nacional de la Pastoral Penitenciaria (CNPP). Esto en la coyuntura de la celebración del Primer Congreso Internacional en el Caribe y las Antillas de Ética Aplicada en Justicia Restaurativa con una serie de ponentes para profundizar, dar perspectivas, incitar una urgente reflexión y abrir camino a este vital tema en la administración de la justicia en las estructuras. Esto impulsado por la CNPP.

“Estuve en la cárcel…”

En el tema de la pastoral penitenciaria es meritorio recordar las propias palabras de Jesucristo. “Estuve en la cárcel y viniste a verme”, (Mt. 25, 36). Con ellas llega la intención de acogerlas en el corazón. Por ello, P. Oscar explicó: “Mejores palabras que las que dijo nuestro Señor Jesucristo al que decimos seguir no hay… Estuve preso… Y ellas debería ser suficientes para que el corazón de un pastor o el de un cristiano se mueva a la compasión y empezar a tener una mirada, para ser capaces de ver a los demás con la misma dignidad”.

Además, reiteró que queda claro que reconocer la dignidad en el prójimo cautivo es una clave de la Iglesia en salida misionera centrada en la compasión con los pobres y los que sufren.

Para P. Oscar la celebración de este primer Congreso donde participaron 110 personas excediendo toda expectativa, fue un éxito porque se creó un espacio formativo necesario para dar herramientas con el fin de comprender la realidad de la pastoral penitenciaria. “Significa mucho porque los sectores que queríamos atraer estuvieron presentes. Hubo buena participación, eso significa que el terreno está fértil para llevar adelante este concepto y este camino de Justicia Restaurativa que plantea una administración de justicia más humana”, dijo.

Aseguró que al palpar la realidad de una injusticia latente y “un sistema que está deshumanizado y que está deshumanizando a los confinados, al personal administrativo, a los sociopenales, a los médicos y psicólogos ciertamente quiebra el corazón”. Por ello que muchos se interesaran en el tema y en participar del Congreso es “un rayo de esperanza” y un signo de sensibilidad.

Se necesitan muchos voluntarios

Ante la realidad de falta de voluntariado en las filas de la pastoral penitenciaria en Puerto Rico, comentó que “sí, se necesitan muchos voluntarios”. Por ello, invitó a los interesados y los que deseen responder a la llamada de Cristo que se revela en ese rostro sufriente y que a la vez es una obra de misericordia, que escriban a: pastoralpenitencieriapr@gmail.com o en la red social Facebook/pastoral penitenciaria Puerto Rico.■

Enrique I. López López
e.lopez@elvisitantepr.com
Twitter: @Enrique_LopezEV

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