A días de terminar el mes del amor, nuestraIIglesia nos invita, así como Jesús; a amar. ¿Usted realmente ama? Dejemos a un lado el pensamiento de que el amor es únicamente a la humanidad. Hemos aprendido con la palabra de Dios que Él es amor. Por tal razón el odio no tiene espacio donde se encuentra el amor. Muchas veces amamos, respetamos y valoramos a Dios, sin embargo, cuando sentimos odio en nuestro corazón ese amor se va. No se puede amar a Dios y odiar al prójimo, no hay espacio para ambos sentimientos. Dios quiere que vivamos a plenitud y eso es posible amando a los demás. El odio se ha convertido en el primer factor que nos aleja del amor de Dios. Liberarse del odio puede parecer difícil, pero si Dios perdonó nuestros pecados en la cruz, nosotros podemos aprender a perdonar. Encomiéndate a Dios y obtendrás las herramientas necesarias para sanar heridas. Cuando sanes podrás amar a Dios y al prójimo.
(Krystal E. Martínez Ramos)