Este martes, 13 de junio se celebra la fiesta de San Antonio de Padua, a pesar de que no se llamaba Antonio, ni nació en Padua. Su nombre de pila era Fernando de Bulloes y fue a los 25 años que adoptó el nombre de Antonio cuando se hizo franciscano.
San Antonio de Padua es conocido por tener fama de hacer muchos actos prodigiosos, por eso se dice que es uno de los santos más milagrosos. El Papa León XII lo llamó el santo de todo el mundo. Por eso no resulta extraño que sea el patrón de los pobres, las mujres estériles, los viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. A su vez se le invoca para encontrar objetos perdidos y para pedir un buen esposo o esposa.
En Puerto Rico hay cinco municipios que tienen a este santo como patrón: Barranquitas, Ceiba, Dorado, Guayama e Isabela. Cada pueblo realiza su fiesta para agasajar al santo. En el caso de Isabela nueve días antes inician la novena que se realiza en cada una de las capillas que forman parte de la parroquia San Antonio de Padua de ese municipio.
La Parroquia San Antonio de Padua en Isabela fue remodelada en varias ocasiones. La más reciente ocurrió en 1993. Entre las obras de restauración al templo parroquial están la instalación de vitrales en las ventanas superiores. Algunos de estos narran parte de la vida de San Antonio de Padua. Por ejemplo, cuando estaba predicando en Riminí para una gran comunidad de herejes y como nadie lo escuchó, optó por predicarles a los peces. De inmediato estos salieron del agua para escucharlo. El pueblo al ver el milagro se acercó, gracias a esa prédica logró convertirlos, incluyendo a los herejes.
De otro lado, en la víspera de la fiesta del santo, es decir el día 12, hace varios años se convirtió en tradición celebrar una misa en las Ruinas de la Ermita de San Antonio de la Tuna. Esta se construyó para atender las necesidades espirituales de los colonizadores y evangelizadores españoles que se mudaron a esa zona y formaron el poblado de San Antonio de la Tuna.
Cabe mencionar, que los sacerdotes franciscanos fueron los que evangelizaron esa área y su fundador fue San Francisco de Asís, patrón del municipio de Aguada. Por eso, al buscar el segundo santo de mayor devoción para los franciscanos se seleccionó a San Antonio de Padua y de ahí el nombre del primer poblado lo que hoy se conoce como Isabela.
Imagen encendida del santo patrón
Según Irma Bonilla, miembro de la junta directiva de la corporación Mabodamaca (cacique de Gauajataca), corporación encargada de preservar el monumento histórico de las ruinas de la Ermita de San Antonio de la Tuna, una vez concluye la misa se realiza la quema del santo patrón.
Explicó que dos comités uno de la corporación Mabodamaca y otro de las Hijas Católicas de las Américas son los encargados de coordinarlo. “La costumbre de la quema del santo es una muy antigua que se hacía en todos los pueblos y que aún conservamos en Isabela. Ese día un cuadro grande de San Antonio de Padua, que hace algunos años donó la administración municipal, se coloca en el centro de las ruinas como si el patrón estuviese allí ocupando su posición en la ermita como era en sus orígenes. En el marco del cuadro se colocan cohetes con fuegos artificiales”, expresó.
Continuó diciendo que “cuando llega el momento se prenden los cohetes y la imagen del patrón queda encendida bien bonita. Esta costumbre la hacemos aquí en las ruinas de la ermita todos los años en la víspera de la fiesta del patrón. Después tenemos un compartir con todas las personas que se reunieron”.
Fiesta de San Antonio de Padua
El día 13, cuando se celebra la fiesta de San Antonio de Padua la misa en el templo parroquial comienza a las 9:30 de la mañana. Una vez finaliza se realiza una procesión por las calles del pueblo. Alfredo Morales, ministro extraordinario de la eucaristía y quien hace 52 años reside en Isabela relató que la imagen de San Antonio que se utiliza para la procesión es una más liviana y que solo se usa para esos fines.
“El resto del tiempo está guardada en un nicho especial en la parroquia”, indicó. Mencionó que la figura principal de San Antonio que está colocada en el lateral derecho del altar mayor de la parroquia y que muestra que él es el patrón no se saca del templo.
Don Alfredo informó que se seleccionan ocho hombres, cuatro a cada lado para cargar en sus hombros la imagen que previamente fue adornada con flores de diferentes colores. “Es necesario escoger dos grupos de hombres porque aunque el trayecto dura unos 30 minutos, el sol y el calor los agota. Cada cierto tiempo se turnan para completar el recorrido hasta regresar a la iglesia”, comentó.
Del mismo modo, expresó que algunos de los que hacen el sacrificio de cargar el santo están agradeciendo una gracia concedida o aprovechan para solicitar un favor o petición especial. Sobre la participación a esta misa que se realiza en horas de la mañana señaló que la cantidad de fieles que asisten es comparables con los que acuden a la misa dominical. “Vienen devotos no solo de Isabela sino de también de pueblos cercanos”, dijo.
Pan de San Antonio, pan de los pobres
El pan de los pobres o pan de San Antonio, se remonta a un episodio que tuvo lugar en la ciudad de Padua. Según cuenta la leyenda, una madre, que vivía cerca de la Basílica del Santo que se estaba construyendo, dejó a su hijo de 1 año y medio, solo en la cocina. El niño jugando se cayó dentro de una tina llena de agua. Al llegar la madre lo encontró sin vida. Empezó a gritar y a invocar al Santo, haciéndole un voto, que si obtenía la gracia daría para los pobres tanto pan como pesaba su hijo. La gracia le fue concedida, y de esta forma se instituyó la obra en el año de 1898.
En Isabela siguen esta tradición. Don Alfredo detalló que es la Panadería Trebol Bakey la que confecciona los 1,000 panecillos de 1 onza y media al que le añaden un poco de azúcar para que quede dulce. Estos son los panes que se colocan en canastas y luego de la procesión, el sacerdote los bendice y se entregan a los fieles para recordar todas las ocasiones en que San Antonio ayudó a alimentar a los pobres.
Don Alfredo sostuvo que hace muchos años Jorge Oliver es quien dona los panecillos que antes eran confeccionados en la Panadería Nuevo Florida, pero al cerrar hace aproximadamente una década ahora ese trabajo recae en la panadería antes mencionada. “El día 13 a las 8:00 de la mañana paso a recoger los panecillos, los ponemos en varias canastas para más tarde bendecirlos y entregárselos a los fieles que se reúnen para celebrar la fiesta de San Antonio de Padua”, enfatizó.
Por su parte, el párroco de la parroquia San Antonio Abad de Isabela, Padre Dairo Arboleda, osst., quien apenas va a cumplir su segundo año como párroco, extendió una invitación a todo el pueblo para que participen de esta fiesta patronal. “Espero que la gente le pida auxilio a San Antonio de Padua, ante las necesidades que pasan. Este es el año de las familias confío en que muchas familias participen de esta celebración. Los exhorto a que se acerquen a pedir la intersección del santo para llegar a Jesucristo por medio de él”, concluyó.