El año pasado se cumplió el centenario de las apariciones de Nuestra Señora del Rosario de Fátima a tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco en Cova de Iria en Portugal. En Puerto Rico, específicamente en el municipio de Guánica, hay una réplica del Santuario que está en el mencionado país, en los predios de la Hacienda Santa Rita y que es custodiado por las Hermanas Dominicas de Fátima.
Aunque ha transcurrido un siglo desde que ocurrió esta aparición hay algunos datos que se deben repasar sobre este hecho histórico que reúne a millones de peregrinos que visitan Portugal para pagar una promesa por un favor concedido o para pedir un milagro especial ya sea para ellos o para algún familiar o conocido.
Apariciones
La primera aparición tuvo lugar el 13 de mayo de 1917, durante la primera Guerra Mundial. La Virgen se apareció seis veces en total, cinco de ellas fueron el día 13. Solo la cuarta aparición, ocurrió el 19 de agosto porque el Alcalde no creyó lo que los niños decían de las apariciones, por lo que los encarceló y no pudieron presentarse a la invitación que le hizo la Señora.
Cabe recordar, que la Virgen se les apareció solo a los niños la primera vez, a medida que creció el rumor fueron muchos los que acudieron a verla. Para que tenga una idea, la tercera vez que se apareció se reunieron 4 mil personas, en la quinta 12 mil y en la sexta y última se reunieron unos 70 mil espectadores.
Ángel de la paz
Antes de que los pastorcitos, recibieran la visita de la Virgen, el ángel de la paz se les apareció a los niños en tres ocasiones distintas entre 1915 y 1916. El ángel los preparó para que estuviesen listos para las apariciones de la Virgen y les enseñó a rezar.
Diálogo en la primera aparición
Los pastorcitos le preguntaron a la Virgen: “¿De dónde es su merced?”. La Virgen les respondió: “Mi patria es el Cielo”. Los pastorcitos le preguntaron: “¿Y que desea de nosotros?”. La Virgen les respondió: “Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora de mediodía, en octubre les diré quién soy, y qué es lo que quiero”. Y preguntaron los pastorcitos: “Y nosotros ¿iremos al Cielo?”. La Virgen les contestó: “Lucía y Jacinta sí”. Inmediatamente preguntan: “y… ¿Francisco?”.
Cuenta Sor Lucía, que los hermosos ojos de María se dirigieron hacia Francisco, con una expresión en su mirada llena de bondad y de maternal reproche, diciendo a Francisco: “Él irá también al Cielo, pero antes, tendrá que rezar muchos rosarios”. Después les dijo la Virgen a los tres: “¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita?”. Todos contestaron: “Sí Señora, queremos y aceptamos.” La Virgen les dijo: “Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios no les faltará”.
Danza del Sol
Desde que los niños comenzaron a hablar de las apariciones los acusaron de estar mintiendo porque no le creían que lo que contaban fuera posible, por eso ellos le pidieron a la Virgen que les diera una señal para que les creyeran. Entonces en la sexta aparición cuando habían más de 70 mil personas reunidas, aunque durante toda la mañana había estado lloviendo, las nubes desaparecieron, salió el sol, y empezó a girar en lo que se conoce como la Danza del Sol. Según informaciones de la época durante ese momento ocurrieron muchos milagros, muchos enfermos se sanaron y la ropa de todos se secó.
¿Qué pasó con los tres pastorcitos?
Francisco y Jacinta murieron tras contagiarse de gripe española. Francisco murió en 1919 y Jacinta en 1920, 2 y 3 años, respectivamente después de la aparición. Mientras, Lucía entró en el convento de las Hermanas Doroteas en Pontevedra (España).
Arrepentimiento y conversión: claves del secreto
Según el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Joseph Ratzinger (quien sería sucesor de Juan Pablo II con el nombre de Benedicto XVI), la clave tanto del secreto como de las apariciones de 1917 en Fátima es el llamado al arrepentimiento y la conversión. En repetidas ocasiones la Virgen instó a rezar el rosario como instrumento para salvar muchas almas.
Por último, es importante conocer que el 13 de octubre de 1930, el Obispo de Leiria proclamó que las apariciones de 1917 ocurridas en Fátima a tres pastorcitos fueron auténticas.
(Fuentes: Varias)