En el marco de los nuevos vientos que soplaban en la Iglesia a principios de la década de los 60, con la celebración del Concilio Vaticano II, se crea nuestra diócesis de Caguas y se nombran varios Obispos puertorriqueños. Sin embargo, los esfuerzos por Obispos nativos continuaron durante los últimos 54 años y su más reciente expresión fue la carta que un sector del clero de Caguas envió al Papa Francisco hace justamente un año (2 de febrero de 2016), pidiéndole que se nombrase como Obispo de nuestra Diócesis a un sacerdote nativo y, de ser posible, de nuestra propia diócesis. Es la segunda ocasión en que parte del clero de Caguas se había expresado sobre el asunto. La ocasión anterior fue ante el Papa Juan Pablo II.
Un año después, se nos ha anunciado el nombramiento, como Obispo de la Iglesia de Caguas, de un hijo de nuestra Diócesis: Monseñor Eusebio Ramos Morales. Se forma en nuestro seminario, originalmente llamado Instituto de Formación Vocacional, bajo los tres pilares que articulaban toda la formación: libertad, responsabilidad y sinceridad. Es ordenado sacerdote en 1983 para nuestra Diócesis de Caguas. Aquí vivió su ministerio sacerdotal fraguándose dentro de esa mística tan nuestra de espiritualidad y compromiso social.
Cuando fue nombrado Obispo de la nueva Diócesis de Fajardo-Humacao, enviamos un compañero de trabajo y de luchas y una porción de nuestra patria ganó un Obispo misionero. Pero, después de varios años, lo recibimos nuevamente como pastor y amigo. Y hemos visto en el reencuentro que lo más definitorio de nuestra formación diocesana ha permanecido en él. Por eso no nos extraña que en sus primeras palabras a la Diócesis de Caguas, Monseñor Eusebio dijo: “Tengo como principio medular, en mi vida ministerial, responder con fidelidad al mandato y disposición de servicio que la Iglesia me encomiende, con total libertad, responsabilidad, sinceridad y con las mayores fuerzas que nos permite el Espíritu, a pesar de mi limitada condición humana”.
Agradecemos a Dios por abrir, de esta manera, nuevos caminos al impulso misionero. Agradecemos al Papa Francisco el gesto de darnos este Obispo nativo y criollo porque de esta forma nos recuerda que está atento al clamor del pueblo y ha honrado las expectativas que se han albergado durante muchos años sobre lo que debería ser la constitución de una Conferencia Episcopal para Puerto Rico. En este momento histórico, todos nuestros Obispos son puertorriqueños.
Les invito a celebrar la Acción de Gracias por este acontecimiento histórico para nuestra Diócesis. ¡Muchas felicidades, pueblo de Dios de la Diócesis de Caguas!
(P. Raúl Morales Berríos)