La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), Recinto de Mayagüez fue testigo del Primer Encuentro nacional de universitarios católicos, titulado Seducidos por Su misericordia. Un total de 200 personas, en su mayoría estudiantes de distintas universidades del país, respondieron a la convocatoria que tuvo lugar el pasado sábado, 5 de noviembre.

El evento inició alrededor de las 8:30 a. m. con el rezo del Rosario que luego dio paso a una introducción musical a cargo del ministerio de música compuesto por grupos de distintas parroquias de la Diócesis.

Más adelante, Ángel R. Chaparro Santiago, coordinador del Encuentro, se comunicó vía telefónica con la Dra. Olga Hernández, rectora de la PUCPR, recinto de Mayagüez, quien se encontraba en Ponce participando de una reunión de la Misión Continental de Puerto Rico pero quiso sacar un momento para felicitar y exhortar a los jóvenes.

“Les invito jóvenes, ustedes son el ahora y el futuro de Puerto Rico, hagan la diferencia marcando el camino a través de los valores cristianos. Puerto Rico necesita en estos momentos jóvenes y adultos comprometidos a trabajar arduamente para rescatar esta isla que tanto queremos”, comentó.

De otro lado, el Encuentro contó con la presencia del predicador internacional Cristian Arnaud, de origen dominicano, cuya prédica estuvo dividida en tres temas. En ellos compartió su testimonio en el que indicó que desde pequeño se le inculcó la fe y la creencia en Dios basada en el temor de condenarse.

“Para mí existía un Padre a precio de policía que estaba esperando a que yo hiciera algo malo para reventarme. Cuando ya yo no sabía qué más hacer para que Dios me salvara y me mandara para el Cielo me metí al seminario. […] Yo no quería ir al infierno, yo no me quería condenar”, narró.

Según dijo, en un momento de su vida el temor a condenarse le llevó a realizar sacrificios extremos. Sin embargo, “hubo un momento en que la sensación de que estaba desperdiciando” su vida y de que Dios le hacía vivir de una manera aprehensiva y ansiosa no aguantó más. “Ese día le di la espalda al seminario, a la Iglesia, a todo lo que me habían enseñado las monjitas, los padres y empecé a vivir mi vida como me dio la gana vivirla”, comentó.

“Es inútil tratar de adoctrinar a una persona en las cosas de Dios con miedo a Dios. Hoy tengo terror cuando veo personas que están en la Iglesia, sobre todo jóvenes y están ahí por miedos, por temores, por amenazas, represiones y ansiedades. Y me da miedo porque sé cómo eso termina, como estaba yo en esos momentos”, expresó Arnaud.

Fue un compañero de estudios el que insistentemente lo invitó a un grupo de oración. Allí una mujer le ofreció orar por él, revelándole aspectos de su vida personal que lo llevaron a tener un verdadero encuentro con el Señor. Desde entonces su vida cambió. “Cuando Dios dice que Él va a proveer, Él lo hará. Lo que el Señor quiere que tú entiendas es que la mejor versión tuya que existe es cuando alcanzas Su misericordia”, afirmó el predicador.

Entrada la tarde, se escogió a tres universitarios que fueron parte de la delegación que estuvo en Polonia con quienes se realizó un conversatorio y una danza. También hubo adoración eucarística y la misa de clausura fue presidida por Fray Aníbal Rosario, OFM Cap.

En conversación con El Visitante, el coordinador Ángel R. Chaparro, compartió que la actividad nació por inspiración del Espíritu Santo. Según dijo: “Durante varios años hemos venido trabajando varios retiros para universitarios en la PUCPR de Mayagüez. Y hemos visto la necesidad tan grande que tienen los jóvenes universitarios, no solo de escuchar hablar de Jesús (teológicamente), sino de tener una experiencia personal con Él”.

“Es por esto que quisimos crear este Encuentro, con el propósito de crear un espacio en donde podamos primero, ser tocados por la misericordia de Dios y segundo donde podamos conocernos unos a otros para levantar una nueva generación de universitarios católicos que impacte a Puerto Rico”, subrayó.

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