Los Obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña ofrecen sus mensajes al pueblo de Dios en Puerto Rico a través de las páginas de El Visitante con motivo de la Navidad 2018.
Monseñor Roberto O. González Nieves, OFM
Hoy la Iglesia comunica la feliz noticia de que el Salvador nos ha nacido. Unámonos a los pastores para celebrar en tierras borincanas con alegría, güiros, cuatro y maracas la gran noticia de la Navidad.
Por ello, invitamos a nuestro pueblo a celebrar una auténtica Navidad que implica sentir nuevamente la felicidad de saber que “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, un niño que es señal de Dios, señal de su amor, de su Providencia y de su Misericordia”.
Significa escuchar con alegría las palabras de los ángeles que nuevamente hoy resuenan por el mundo entero: “Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que Dios ama” (Lc 2,14).
Significa acoger ese deseo de paz como un proyecto de nuestras vidas y decir con San Francisco de Asís: “Señor hazme un instrumento de tu paz”, esa paz proclamada en la primera Navidad. Una paz tan necesaria en Puerto Rico golpeado por la violencia en las calles y por la violencia machista.
Abrir nuestros corazones de par en par para que este Misterio que celebramos hoy, el misterio de la Navidad, inunde con su continuo resplandor el alma de los puertorriqueños y puertorriqueñas para abrazarnos a la Verdadera esperanza, la Esperanza que salva, la esperanza que no defrauda y la única esperanza que nadie nos puede arrebatar, porque es una esperanza que nos viene de lo alto.
Expresemos nuestros deseos de permitir que la luz que iluminó a Belén, también ilumine nuestros corazones; permitamos que esa luz resplandezca nuevamente en nuestras vidas, disipe nuestras tinieblas e ilumine nuestro caminar, y el caminar de Puerto Rico pues en estos momentos de tanta dificultad, su Luz puede iluminarnos para discernir y ver soluciones justas, sensibles, dignas, sabias.
¡Feliz Navidad!, quiere decir, el deseo que Jesús nazca en ti como ha nacido en mí. Que así sea. Que el Señor les bendiga y les proteja siempre.
Monseñor Rubén A. González Medina, C.M.F.
Obispo de Ponce
Navidad, tiempo que dedicamos a contemplar sin prisas a un Niño recién nacido, frágil y vulnerable, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Tiempo en el que se manifiesta el Amor inmenso de nuestro Dios. Tiempo nuevo en el que Dios al hacerse compañero de camino por su nacimiento, nos llama a colaborar con él, creando lazos de fraternidad, de nuevas posibilidades, de futuro. Tiempo en el que, el Señor, nos invita sobre todo a acompañar a los que están solos, tristes y cansados, desesperanzados y agobiados. Tiempo para comenzar a vivir de forma diferente, porque en Belén, el Verbo, se ha hecho compañero de camino, luz de las naciones, mensajero de paz, Salvador universal.
Celebremos con alegría, que el Dios invisible se hizo visible, en el seno de María, para reconstruir lo que estaba caído y encaminar a la humanidad hacia el Reino celestial. Para ti y tu familia; ¡Feliz Navidad!
Monseñor Daniel Fernández Torres
Obispo de Arecibo
“Feliz la que ha creído” (Lc 1, 45), dijo Isabel a la Virgen María, cuando María llegó a visitarla, con Jesús en su vientre.
¡Alegría, creemos! Dios nace en un pesebre, para salvarnos, a través del amor. Decía el Papa San Juan Pablo II que “la mirada embelesada de María al contemplar el rostro de Cristo recién nacido y al estrecharlo en sus brazos, ¿no es acaso el inigualable modelo de amor en el que ha de inspirarse cada comunión eucarística?” (Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia de San Juan Pablo II, núm. 55).
Que, en esta temporada de Adviento y Navidad, esa mirada de María al recién nacido nos lleve a poder ver a Dios del mismo modo, cuando se hace presente entre nosotros en cada Misa, en cada comunión y a través de los hermanos más necesitados.
¡Felicidades!
Monseñor Eusebio Ramos Morales
Obispo de Caguas y Administrador Apostólico de la Diócesis de Fajardo-Humacao
¡No teman, pues, les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: les ha nacido un Salvador que es Cristo Señor! (Lc 2, 10–11).
Felicidades y bendiciones en Navidad y Año Nuevo, desde, la Región Centro Este de Puerto Rico; Caguas, Fajardo y Humacao. Con alegría y espíritu misionero, invitamos a todos a celebrar el nacimiento de Jesús, que nació en Belén y quiere seguir naciendo en cada corazón que se dispone para amar, servir, construir y dar vida en el Suelo Borincano. Es Navidad y se renueva la esperanza de ser más hermanos y más pueblo en Cristo Mesías Salvador.
Es tiempo de liberación de vicios, miedos, violencias, colonialismos e ideologías opresoras e injustas. Jesús nació y brilla como Luz del Mundo e ilumina la realidad de todos aquéllos que le brindan posada en sus corazones. Luego, es tiempo de unirnos y ser promotores de una historia nueva, que se empeñe en la fraternidad, el respeto y la paz en nuestra tierra herida. Anunciemos a Jesús Emmanuel con alegría y seamos sus testigos siempre, de la mano de María, la Gran Misionera y del Beato Carlos Manuel, que claman porque su Luz brille para todos en nuestro Puerto Rico, “Isla Bendita”.
¡Felicidades en la Navidad y feliz año 2019!
Monseñor Álvaro Corrada del Río, S.J.
Obispo de Mayagüez
Dios en su Santa Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo ha creado el mundo y a nosotros dentro para vivir en él. Aquí nos ha dado Dios a la familia humana lugar de vida temporal estableciendo un espacio sagrado para nuestra habitación. Dios también sigue sosteniendo la creación y a nosotros en ella con mucho amor. La tierra es camino del Cielo.
Pero más sorprendente es la decisión Divina de venir a vivir con nosotros. En el seno de María Santísima creó para sí espacio seguro y tierno para habitar entre nosotros.
Es, Cristo, Dios y hombre verdadero, quien naciendo niño crea en la vida y experiencia humana lugar seguro, sagrado y amoroso. Esto es la Navidad.
Esta Navidad del 2018 y el Año Nuevo 2019 nos convenza y dinamice a ser discípulos misioneros del Amor: Cristo vivo entre nosotros.
Toda persona es digna de amor y respeto. Toda riqueza es para todos los humanos. Compartir, repartir y colaborar en la creación es participar en esta obra de Dios es la Navidad. Seamos generosos, alegres y fieles en crear espacios sagrados y seguros para el mundo en que vivimos. ¡Feliz Navidad! ¡Próspero Año 2019!