Del 18 al 23 de junio las instalaciones de la Comunidad Misionera Villaregia en Arecibo acogieron a los más de 70 jóvenes que participaron del XIX Encuentro Regional de Pastoral Juvenil Región del Caribe. Esto como parte de los trabajos del Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) que preside Padre Obispo Rubén González Medina, cmf.
Los participantes llegaron procedentes de la Diócesis de Willemstad (Aruba, Curazao, Bonaire y las Antillas menores y holandesas), República Dominicana, Cuba, Haití, Puerto Rico y Venezuela. Este último, aunque no pertenece a la Región del Caribe solicitó integrarse en el área de Juventud por las similitudes que tienen en esa área con otros países de la región.
El tema central del Encuentro, que se realiza cada 2 años, fue: Jóvenes discípulos misioneros, protagonistas en la Iglesia y la sociedad. Además de los jóvenes estuvieron presentes algunos Obispos de los países y asesores de pastoral. Durante la semana que duró el Encuentro tuvieron como objetivo reflexionar, discernir y animar los procesos de Pastoral en la Región del Caribe desde los aportes de los países participantes, para fortalecer el protagonismo juvenil como protagonistas dentro de sus instalaciones parroquiales, diocesanas y nacionales.
Relacionado con las realidades que vive cada país de la región del Caribe, Yarahika M. Ortiz, delegada joven de la Región Caribe al Equipo Latinoamericano de Pastoral juvenil, compartió que los participantes coincidieron que el problema de la migración a causa de las crisis sociales que surgen en algunos países afectan a la Pastoral Juvenil, porque hay que estar formando nuevos líderes constantemente. A su vez precisó, que como parte de los trabajos se evaluó el estatus de la pastoral juvenil en cada uno de los países.
Del mismo modo, señaló que el fin del encuentro era establecer el protagonismo del joven, que el discipulado misionero es algo permanente y que lo tienen en común todos los países. “No es meramente hablar de la misión sino llevar a cabo una acción misionera como la que realizó como parte de la agenda de trabajo”, comentó.
De otro lado, el presidente de la Comisión de Juventud de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, Mons. Daniel Fernández Torres, resaltó la importancia de desarrollar una pastoral juvenil que sea más efectiva para los jóvenes de este tiempo. “Falta esa fascinación por la persona de Jesús, conocerlo, enamorarse de él. En la medida que nos encontramos personalmente con Jesús, nuestra vida cambia y brota el compromiso de integrarse más a la vida de la Iglesia”, expresó.
Mientras, para Mons. Luis A. Secco, sbd, Obispo responsable de la Región del Caribe y Antillas, el principal desafío que tiene el área de Juventud es que los jóvenes puedan llevar el mensaje a sus pares. “A pesar de que en las Jornadas Mundiales de la Juventud y en este tipo de actividades se le da mucho impulso a la Pastoral Juvenil, la realidad es que cuando regresan a su zona, los procesos no son tan fáciles. No podemos quitarles a los jóvenes el entusiasmo, pero sí tenemos que canalizarlo. Cada joven tiene que ir con su plan de trabajo para lograr las metas que se establecieron aquí. Por eso la importancia de imponer metas realistas, que puedan cumplirse”, admitió.
De otra parte, según el secretario ejecutivo del Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, P. Antonio J. Velázquez Delgado, con estos trabajos se busca revitalizar el protagonismo de los jóvenes no solo a nivel eclesial sino también a nivel social.
“La realidad en América Latina es similar porque atenta contra el proyecto de vida que en la actualidad estamos viviendo. En medio de todas las dificultades tenemos que acompañar al joven a encontrar oportunidades en medio de la dificultad. Hay que trabajar para que encuentren la ilusión y la alegría de seguir los procesos y la evangelización de los jóvenes en sus respectivos países. Siempre al joven se le quieren limitar el espacio. Hay que apostar por la juventud y darle la oportunidad para que se desarrolle tanto en la sociedad como en la Iglesia”, compartió.
Durante toda la semana los representantes de la pastoral juvenil de cada país reflexionaron sobre las situaciones que más afectan a la juventud. Valiéndose de signos como la mano, oreja, tennis y mochila llevaron el mensaje a los líderes que posteriormente harán lo propio en sus respectivos países. También se ofrecieron detalles para aquellos que viajarán a Panamá para formar parte de la Jornanda Mundial de la Juventud que se realizará en enero del 2019.