En los templos, capillas, conventos y casas religiosas de la familia de los Dominicos se multiplican las diversas imágenes de la Virgen María, en sus distintas advocaciones y, de manera preferente, las imágenes de la Virgen del Rosario. Todo lo cual forma parte de los múltiples testimonios litúrgicos y pastorales de la devoción mariana en la Orden de Santo Domingo, como un legado y patrimonio espiritual.
Hace poco más de un año me di a la tarea de investigar por qué Porta Coeli, es una importante advocación asignada al lugar por el Obispo. ¿Qué es advocación? Es la dedicación de un lugar religioso al santo o a la Virgen bajo cuya advocación se encuentre.
Encontré la respuesta en una publicación del 1904 por el reconocido historiador Salvador Brau en su libro Historia de Puerto Rico. Cito a Brau: “Porta Coeli, nueva advocación del convento de San Antonio de Abad en Guadianilla, al ser trasladado a la loma de Santa Marta”. Luego Adolfo de Hostos, historiador oficial de Puerto Rico usa de referencia a Brau en su escrito sobre la historia del Convento en Tesauro de datos históricos, Tomo II preparado en la Oficina del índice Histórico de Puerto Rico,1949.
Desde el 1606 en San Germán, Puerto Rico hemos estado protegidos de la Virgen María bajo la advocación de Porta Coeli “Puerta del Cielo”. La advocación es tomada del Antiguo testamento donde leemos en el libro del Génesis que al despertar de un sueño el patriarca Jacob vio una escala y dijo: “Esta es la puerta del Cielo”, por esto, nuestra Iglesia reconoció a la Virgen María como la “Puerta del Cielo” y perpetuada en la letanía lauretana que redunda en el carácter de mediadora en la salvación asignado a ella.
¡Que viva Porta Coeli!
Ángel Rivera Cintrón
Para El Visitante
Madre Misericordiosa ruega por nosotros!