Son muchos los que día a día se esfuerzan por mantener una sana alimentación y realizar actividades físicas que les ayuden a llevar una vida saludable y alcanzar el peso ideal. Sin embargo, hay factores que impiden o atrasan la pérdida de peso y en ocasiones las personas desconocen el porqué.
Ante este panorama, Vivian S. Green, Ph.D., MSc, LND, decana asociada del Programa de Salud Pública de la Ponce Health Sciences University, sostuvo que es importante saber que a mayor edad es más difícil perder peso por el metabolismo y la genética también puede influir. No obstante, factores como el desequilibrio hormonal, depresión, pocas horas de sueño o la falta de nutrientes “dan más trabajo” cuando de perder peso se trata.
Al respecto, la decana asociada enfatizó que estos se tienen que trabajar de la mano con un médico, porque “yo puedo tener una persona que tenga problemas de deficiencia de yodo que no pierde mucho peso, pero el médico tiene que estabilizarle las tiroides primero y en conjunto comenzamos (a trabajar) la pérdida de peso”. Recalcó que una vez debidamente tratadas la persona tendrá una pérdida de peso completamente saludable (entre una o dos libras por semana).
De otro lado, precisó que lo primero que el individuo tiene que establecer es una meta que sea real y alcanzable. Sostuvo que tanto las dietas que restringen alimentos como las que sugieren poco consumo calórico son sumamente peligrosas para la salud porque las personas “no pueden cambiar drásticamente su patrón alimentario ni van a eliminar eso toda su vida”.
“Con una dieta completamente balanceada, puede seguir comiendo todo lo que quiera pero en las cantidades recomendadas aliadas con la actividad física”, aseveró. Asimismo, aclaró que el error de la gente es
pensar que para ejercitarse hay que ir solo a un gimnasio cuando hay otras opciones. Detalló que existen “reglas básicas” que ayudan a la quema de calorías como “caminar, levantarse por la oficina y dar una vuelta, hacer window shopping, subir escaleras en vez de usar el ascensor, estacionar más lejos” e incluso usar el hula hoop.
Por último, recomendó huirle a las “dietas rápidas” de las revistas, que en vez de ayudar promueven un desequilibrio a nivel hormonal. “Las personas entran en el síndrome del yoyo. A medida que pierden peso, entre una o dos semanas pueden aumentar alrededor del triple por lo que tendrían que mantenerse en esas dietas toda la vida”, advirtió.