Cada etapa de vida tiene su particularidad, sin embargo, para algunos hablar de vejez representa un reto en sus vidas. “Un dilema existencial que todo adulto tiene que enfrentar y manejar adecuadamente, la transición del adulto de edad media al adulto mayor, porque nadie quiere ponerse ni verse viejo”, indicó la Dra. Ada M. Padró González, psicóloga industrial y gerontóloga con práctica privada.

La experta expresó que en la medida que el ser humano pasa por las diferentes etapas (de infante a niño, de niño a adolescente, de adolescente a adulto joven, de adulto joven a adulto de edad media y por consiguiente a adulto mayor) si no maneja la transición adecuadamente puede verse afectada su salud mental. A su vez, aclaró, que viejo es el término correcto, “lo que pasa es que tiene un sentido despectivo y nadie lo quiere usar”.

Según la doctora, la cultura actual está orientada hacia la juventud, en todos los sentidos. Por ejemplo, identificó que los modelos en los anuncios de televisión son en su mayoría jóvenes, lindos y flacos y que se suele utilizar a los viejos “cuando van a anunciar a Medicare o algún plan médico”.

Padró indicó que los adultos mayores deben conocer cómo enfrentarse a su propia vejez ya que resolver ese dilema define su salud mental futura. Como ejemplo, comentó: “Conforme se entra en edad son muchas las señales que muestra el cuerpo que indican que ya no es el mismo, independientemente de que la persona continúe usando el mismo tamaño de ropa que cuando tenía 20 años o aunque la piel se vea bien; como quiera no es igual que antes”. Por esto precisó que la clave no es solo aceptar la vejez sino saborear esa etapa de la vida.

A su vez, observó que es necesario trabajar con las generaciones más jóvenes para que vean a los adultos más viejos como mentores o modelos a seguir, de modo que no los echen a un lado sino que los vean como unos aliados y fuente de inspiración.

De otro lado, con el fin de mantener, conservar y fomentar la salud mental la Dra. Padró señaló cuatro aspectos a tomar en cuenta, estos son:

1. Aceptar y resolver el dilema de que está envejeciendo y que va a pasar al segmento poblacional de los adultos mayores o de los viejos.

2. Identificar oportunidades o factores que pueden aportar a la salud mental. Basado en la experiencia de vida y sabiduría acumuladas aprovechar actividades o ver qué otras cosas útiles puede iniciar. Ser adulto mayor o ser viejo no significa el fin de dejar de hacer. La vejez es una etapa en la que se puede iniciar proyectos. En la misma el individuo se puede reinventar y hacer cosas diferentes.

3. Velar por su estilo de vida, por lo que consume, por lo que hace o deja de hacer, y que su forma de pensar sea positiva. Un envejecimiento exitoso se define como la medida por la cual se puede tener autosuficiencia en las tareas diarias de la vida. La persona come, se baña, limpia o hace las tareas domésticas livianas sin ayuda.

4. La espiritualidad es parte de mantener un envejecimiento saludable. Se ha encontrado que rezar ayuda mucho a las neuronas del cerebro porque provoca una sensación de armonía, de paz y, sobre todo, porque la fe en algo más poderoso ayuda a una vida más sana y más positiva. Mantener la fe es bien importante.

Estas herramientas son solo algunos de los aspectos a considerar que ayudarán a los adultos mayores a aceptar la vejez. “Esos factores pueden contribuir de una forma significativa a que cada día tengamos un aumento de adultos mayores saludables, autosuficientes y con salud mental”, puntualizó la gerontóloga.

Por último, recordó no olvidarse de las amistades ni la familia y exhortó a darles, de vez en cuando, una llamada, hacer una reunión familiar y hacer obras de caridad.

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