Don Ángel Manuel Torres de 75 años era el sustento de su hogar en el Barrio Botijas de Orocovis. Durante muchos años se desempeñó como carpintero del Municipio, pero su padecimiento de epilepsia, varios infartos, cáncer en la próstata y una operación de corazón abierto, imposibilitaron que siguiera laborando. A esto se le añade que en mayo de este año sufrió un derrame cerebral que lo dejó encamado.
A consecuencia de esto requirió de una traqueotomía. Además, necesita estar conectado a una máquina de oxígeno 24 horas al día y utilizan una máquina para succionarle la flema y evitar que se ahogue. Su esposa Cecilia Torres siempre está a su lado, pero por una fractura en el coxis así como otras condiciones relacionadas al corazón no puede hacer fuerza. Por eso cuatro de sus siete hijos, que viven en Puerto Rico, porque los otros residen en Estados Unidos, se alternan para estar en turnos de 24 horas en casa de sus padres y asistirlos aunque ya todos tienen sus familias y no viven en la casa familiar.
A don Ángel lo alimentan a través de una sonda gastrostomía endoscópica percutánea (un tubo plástico fino que se coloca dentro de su estómago a través de la piel). Por lo tanto, doña Cecilia tiene que procesar toda la comida que le da a su esposo para echarla en la manga que es del tamaño de un bolígrafo. “Cocino las viandas, vegetales y carnes que no tengan mucha grasa como la pechuga y luego las muelo. En las mañanas le doy cremas y a veces hasta huevo, pero todo tiene que ser molido”, comentó.
En la casa de la familia Torres la situación económica es una precaria. El único dinero que reciben mensualmente son los $320.00 de seguro social de don Ángel y los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional que apenas alcanza para el costo de los alimentos que debe comprar para alimentar a su esposo.
A esto hay que añadirle que como necesita tener el acondicionador de aire encendido las 24 horas del día, la máquina de oxígeno y la de succionar la flema, la factura de la luz asciende a $200.00 mensuales. Mientras, la del agua es de $160.00, por lo que lo que recibe de seguro social se va completo en el pago de estos servicios esenciales e incluso les falta dinero.
Doña Cecilia, necesita de una estufa porque a la que tiene solo le sirve una hornilla, la nevera con la que cuenta es prestada y está bastante deteriorada. Igualmente, les urge una secadora ya que diariamente deben lavar ropa de cama y hasta cinco toallas porque a su esposo lo asean en la cama. En días de lluvias como los que han afectado a Puerto Rico en el último mes la ropa no se seca.
La familia Torres Torres ha acudido al Departamento de la Familia para que les ayuden económicamente y le asignen una ama de llaves, pero hasta el momento todos sus intentos han sido infructuosos.
Usted podría hacer la diferencia para cooperar llame a Cáritas de Puerto Rico al 787-300-4953 o envíe su donativo a: P.O. Box 8812, San Juan, Puerto Rico, 00910-0812.