Ya se cumple un mes desde que un fuego redujo las pocas pertenencias que tenía Rosalerys Méndez Pastrana a cenizas. Esta joven madre de tres hijos vio cómo en minutos se consumió el que por los pasados 8 años fue su hogar en el pueblo de Toa Baja.

“No hay palabras que describan cómo yo me siento en este momento. Lo poquito que tenía lo perdí”, afirmó la madre de Yaniel, Shayrelis y Luarelis de 8, 7 y 2 años respectivamente, que por su corta edad no comprenden lo que pasó con su casa.

Rosarelys indicó que el 6 de noviembre cuando ocurrió el fuego, regresaba de llevar a sus dos hijos mayores a la escuela. Su hija menor le pidió desayuno y ella fue a la cocina para hacerlo cuando sintió el olor a humo.

“Fui a la ventana para mirar y vi que el árbol de pino que estaba detrás de la casa se estaba quemando. Como la casa es de madera lo único que hice fue coger la nena y salir. Cuando bajé ya se veía una  columna de humo que salía de la casa. De abajo se podían escuchar las explosiones a medida que el fuego acababa con todo. No pude volver a entrar a la casa porque el humo que salía era mucho, estaba hasta descalza”, relató.

Añadió que: “Me quedé como pasmada mirando, entonces se formó el revolú cuando empezó el desalojo de los niños del cuido que ubica atrás”.

Al momento se desconocen las causas que originaron el incendio pues aseguró que es bien maniática y por eso apagaba los brakers de la casa cuando salía. “De verdad no tengo idea de qué provoco el fuego”, insistió.

Rosalerys explicó que luego de ir en varias ocasiones al Municipio de Toa Baja, el Alcalde le proveyó una vivienda de dos cuartos en el Sector Candelaria Arenas de ese municipio y el Ayuntamiento se hará cargo del pago del alquiler por los próximos 3 meses.

Fam RosaPdAmor

La mujer agradeció a las personas que le han ayudado donándole  ropa tanto para sus hijos como para ella, así como las aportaciones en comida que le han entregado. Sin embargo, en este instante necesita una estufa y una nevera para poder alimentar a sus hijos, “no pueden seguir comiendo cornflakes y galletas”.

Igualmente, dijo que necesita una cama para su hijo Yaniel porque ya le donaron camas tanto a sus hijas como a ella. Además, le falta una lavadora de ropa aunque aseguró que por el momento lavará a mano.

Finalmente, destacó que el único ingreso que recibe es el cheque de Asistencia Nutricional, pero que está dispuesta a trabajar. “Hago cualquier cosa hasta limpiar toilets si hay que hacerlo. Lo que quiero es sacar a mis hijos adelante”, puntualizó.

(Para cooperar llame a Cáritas de Puerto Rico al 787-300-4953 o envíe su donativo a: P.O. Box 8812, San Juan, Puerto Rico, 00910-0812).

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here