Durante los pasados días, muchos se han encontrado con la sorpresa de que los establecimientos ya no disponen de bolsas plásticas gratuitas en las que cargaban sus mercancías. Y es que con la llegada del nuevo año, entre los nuevos acontecimientos en el país entró la puesta en vigor de la Ley Núm. 247-2015, conocida como Ley para la Promoción de Bolsas Reusables y la Reglamentación del Uso de Bolsas Plásticas en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico que se aprobó el 29 de diciembre de 2015.

Aunque muchos cuestionan por qué ahora, en su exposición de motivos el informe indica que en Puerto Rico anualmente se utilizan alrededor de mil millones de bolsas plásticas desechables de las que menos del 1 % se recicla porque resulta más costoso que fabricar fundas nuevas. Además, explica que estas presentan dos problemas principales como el uso de recursos no renovables y el impacto ambiental por su disposición inadecuada. Sin contar que el plástico tarde entre 100 a 500 años para descomponerse.

Más allá de la realidad como país, la situación a nivel mundial es alarmante. Se estima que se utilizan entre 500 mil millones y 1 millón de billones al año. Motivo adicional por el que esta política pública favoreció la eliminación y prohibición del uso de bolsas plásticas desechables para cargar mercancías adquiridas en los comercios locales. Desde el 30 de diciembre de 2016 cesó la práctica de utilizarlas con un proceso transitorio de 6 meses. A partir del 1 de julio de 2017 las multas serán de $100 por la primera infracción, $150 por la segunda y $200 para la tercera en adelante.

Cabe señalar que la prohibición del uso de bolsas plásticas está dirigida exclusivamente a los comercios. Estos podrán ofrecer bolsas de papel o reusables a las que les podrán fijar un costo. De ser plásticas tendrán que ser de polietileno o polipropileno no tejido (non woven) o cualquier otra fibra natural o sintética reciclable. Por su parte los consumidores podrán elegir utilizar la bolsa del material que deseen, con la condición de que tendrán que llevarlas consigo siempre.

No obstante, a pesar de la sorpresa que la noticia ha causado en general desde el 2014 el municipio como Rincón había creado una ordenanza municipal que prohíbe las fundas plásticas desechables. Asimismo, el municipio de Cabo Rojo adoptó esta práctica y se encuentra en la fase de educación de su ordenanza.

 

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