“La pastoral social abarca todos los problemas sociales, cumpliendo con el llamado de la Doctrina Social de la Iglesia que nos ayuda en ese discernimiento”. Con estas palabras Padre Carlos Alberto Collazo Santiago, vicario de la Pastoral Social de la Diócesis de Ponce, describió el campo de acción que emprende el nuevo proyecto de pastoral social diocesano que lidera.
Proyecto nace de la crisis
Aunque la acción social en la Diócesis no es nueva con esfuerzos de todas las parroquias en diversos proyectos, la estructura de la Pastoral Social sí lo es. Esta brotó de la emergencia ocasionada tras el paso del Huracán María en el 2017. “Sí, la emergencia nos movió a asumir, canalizar el asunto de la caridad y ayuda social a la gente en nuestras parroquias”, recordó P. Collazo.
En ese entonces, el Obispo le nombró Vicario de Emergencia para encargarse de asuntos de logística para diligenciar las ayudas a las parroquias de la Diócesis, estas ayudas se recibieron de distintas organizaciones en distintos países que llegaban a Cáritas y luego a las distintas vicarías de emergencia en las seis Diócesis.
Culminada la emergencia, la estructura fue un terreno fértil para iniciar un proyecto de pastoral social. Cuando se hicieron cambios en las asignaciones de los sacerdotes, el Obispo le encomendó ser Administrador Parroquial de la Parroquia San Antonio de Padua de Coamo y que asumiera el proyecto diocesano de emprender la misión de formar, hacer un plan de pastoral social y echarlo andar. En agosto de 2018 inició este proyecto bajo la metodología ver, juzgar y actuar.
Reclamo con propuestas concretas
“Invitamos a las comunidades parroquiales a acercarse y ver cuáles son los problemas sociales de su comunidad que posiblemente no son los mismos de las otras. En algunas comunidades el problema social puede ser un alto índice de utilización de drogas, en otras el desempleo, en otras la contaminación ambiental, el manejo de desperdicios sólidos, etc… Luego de ver la situación o situaciones apremiantes, dependiendo de la circunstancia del lugar, se hace un plan, una propuesta encaminada a remediarlas a la luz del Evangelio y el Magisterio de la Iglesia”, indicó P. Collazo.
El sacerdote fue más allá y afirmó que “no se trata de criticar porque algunos creen eso, se trata de denunciar, se trata de proponer soluciones concretas”. De hecho, la labor de los agentes de pastoral social está atada a las 14 obras de misericordia (siete corporales y siete espirituales). Entre sus cursos de acción se encuentran asistir a los necesitados, promoción y desarrollo integral del ser humano. Con ello buscan paliar la dependencia, la falta de educación y las distintas problemáticas de base.
Combatir la contaminación y la dependencia
El clérigo dejó claro que es un deber cristiano proteger el medio ambiente y conservarlo para las generaciones futuras. “Se trata de amar al prójimo. Si enveneno el ambiente, enveneno a mi prójimo; si cuido el ambiente cuido a mi prójimo. Por eso el Papa Francisco ha hecho este énfasis, incluso ya Benedicto XVI había hablado del pecado contra el ambiente”.
Por otro lado, explicó que en las comunidades “tenemos la misión de descubrir los dones de nuestra gente y que puedan ser autosuficientes con el auto empleo, auto empresarismo y no podemos caer en la tentación del paternalismo del gobierno”.
“Denunciar lo que está mal”
Ante la molestia de algunos porque se pudiera mal interpretar que los sacerdotes y Obispos a veces entran en temáticas que se pudieran entender como política, explicó que los políticos entran en cuestiones morales como es el caso del aborto. “Tenemos el deber de anunciar el Evangelio y denunciar lo que está mal”, declaró.
Algunas de las principales problemáticas en la Diócesis, según detalló, son: el problema medio ambiental con la producción y manejo de la ceniza de carbón en las comunidades de Guayama y Peñuelas (comunidades que estaban organizadas en antes de la creación de la vicaría de pastoral social); el desempleo, la pobreza y la violencia de manera generalizados. Estos últimos tres problemas se agudizan en las ciudades por mayor población. A estos se suman las personas sin techo en la ciudad de Ponce.
Congelados en el tiempo
“Pero, el gran problema es que nos hemos congelado en el tiempo. Parece que el huracán pasó ayer y la infraestructura de las comunidades, los parques de pelota, las canchas de baloncesto donde los jóvenes buscan recrearse para alejarse de las drogas y todavía se pueden apreciar casas de la gente pobre sobre todo destruidas. Entonces ha habido muy poco progreso en cuanto a rehabilitación y construcción de infraestructura comunitaria, municipal y también a las personas a causa de la relación en cuanto al gobierno y las agencias de seguros. Necesitamos recuperar nuestras comunidades y facilidades comunitarias”, denunció.
Continuó diciendo que al afirmar que está lenta la reconstrucción, lo que hace es incentivar la ya preocupante migración de boricuas a Estados Unidos. Y la solución apunta a que se requiere acción del estado, las agencias de seguro y de la comunidad porque “muchos se mueven a colaborar en la comunidad reconstruyendo y ayudando”.
P. Collazo aceptó que el proyecto de Pastoral social ya se formuló, presentó y aprobó. Ahora están en la etapa de implementación en las parroquias para que se creen comisiones parroquiales que respondan a la Pastoral social.
EILL