“Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: ‘Si quieres, puedes purificarme’. Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: ‘Lo quiero, queda purificado’” (Mc 1, 40-41).
El próximo domingo, 11 de febrero la Iglesia Universal lleva a cabo la XXVI Jornada mundial de los enfermos. En más de una ocasión el Santo Padre ha pedido a la feligresía salir a las periferias, así como practicar la caridad con los enfermos.
Como ejemplo a este llamado, El Visitante entrevistó a Alsacia Bosch de Vélez, coordinadora de la Pastoral de la Salud de la parroquia San Ignacio de Loyola en San Juan que por más de 50 años ha permanecido activa al servicio de los enfermos.
Según indicó Chacha, como suelen conocerle, el ministerio se concentra en “salir a las periferias como dice el Papa Francisco”. “Nosotros estamos llamados a servir y a amar. Visitamos a los enfermos de la parroquia a través de llamadas telefónicas o contacto personal, para eso contamos con la ayuda del diácono y de los ministros extraordinarios de la comunión, que nos ayudan con las visitas para dar la Eucaristía a los enfermos de la comunidad”.
Afirmó que el grupo atesora enormemente la misión que lleva a cabo. Actualmente están comprometidos visitando el Hospital Oncológico de cáncer para adultos y los pisos 2, de los niños que serán operados, el 3, de matrícula general del hospital Pediátrico de Centro Médico en Río Piedras, y el piso 5, que atiende a niños pacientes de cáncer, y que describió como una de sus misiones más grandes ya que trabajan con el menor y su familia.
Sostuvo, que: “El sufrimiento no es una cosa para uno entenderlo, sino para enfrentarlo con la mirada de Jesús, que tenía la misión que Dios le dio”. Sobre la experiencia aseveró que, nunca ha visto a un padre que rechace a su hijo por la enfermedad, al contrario “se reaviva la fe perdida, se vuelve a tener fe”. Continuó diciendo que “suceden en la vida ciertas situaciones que en vez de ponerte en rebeldía al contrario es cuando más tú te agarras de la mano de Dios. A veces salgo del hospital con esa paz y esa tranquilidad, porque he recibido fortaleza que ellos me han dado a mí”.
Aunque el tamaño del grupo varía, según la disponibilidad de los miembros, la visita al hospital la realizan semanalmente los jueves a las 10:00 a. m. Por lo general procuran ir entre 2, 4 y 6 miembros. “Lo importante no es la cantidad de personas que vayan, sino el compromiso que tenemos de llevar ese consuelo, esa Palabra, esa comprensión, esa compasión, esa dedicación… era lo que Jesús hizo a través de toda su vida que era sanar a los enfermos del alma y del espíritu. Pero es estar atento a esa escucha de esa persona que necesita de ti”, expresó.
De otro lado, cada tercer lunes de mes el grupo colabora con Sor Ileana Silva que trabaja con los hermanos sin techo en una iniciativa llamada Amanecer para los hermanos sin techo. A estos les llevan sándwiches, postres, jugos, ayudan a limpiarles las úlceras, las llagas y les suplen cualquier otra necesidad que presenten.
La feligrés que lleva más de 25 años en la Pastoral compartió que cada segundo lunes de mes, a las 8:00 de la mañana celebran misa por los enfermos y a las 9:00 a. m. tienen su reunión mensual. Con motivo de ejercer su ministerio y comunicar correctamente la Palabra de Dios, tienen reflexiones de pasajes bíblicos y sacerdotes invitados, por mencionar algunos. De esa forma promueven una orientación y comprensión más acertada a las personas.
Al momento de esta entrevista Chacha expresó que la luz había llegado al área hace 2 semanas, luego de 4 meses del paso del huracán María. Dado a que la mayoría de la población parroquial consiste de personas mayores y ante la realidad de varios pueblos de la isla, afirmó que ahora más que nunca, es importante continuar con la Pastoral para continuar dando apoyo no solo a nivel espiritual, sino en el aspecto social, emocional y económico.